Pregunta
Antes de hacer mi pregunta he leído los temas relacionados (hemorroides y estreñimiento). Padecí algunos días estreñimiento, a lo que en un principio no di mucha importancia. Hasta que un día me hice mas daño de lo normal y sangré. Desde ese momento estoy comiendo cosas para evitar el estreñimiento (naranjas, mandarinas y demás) y poniéndome Nivea en el ano antes de cada deposición; pues bien, aun así llevo una semana sangrando, a pesar de que las heces son blandas. Calculo que es una herida abierta, debido a las deposiciones diarias, que al no dejarle cicatrizar me sigue molestando sospechosamente. A primera vista las heces son normales y van acompañadas de rastros de sangre de un rojo vivo. Gracias.
Respuesta
El problema sobre el que nos pide opinión es de muy notable frecuencia en la población general.
Por lo que nos comenta, ha padecido de estreñimiento y atribuye a dicha dolencia la razón de que haya surgido algún tipo de lesión perianal que, al no haberse curado todavía, le provoca sangrados repetidos cada vez que tiene deposición.
Esto es, desde luego, una hipótesis coherente y, de hecho, suele ser la más habitual, sobre todo, en relación a un problema asociado como son las hemorroides internas o externas.
La enfermedad hemorroidal del recto, o más comúnmente denominada hemorroides, se produce por la dilatación e inflamación de los plexos venosos que rodean el último tramo del recto, denominados venas hemorroidales.
Las hemorroides suelen aparecer en personas con estreñimiento crónico por el daño traumático que suele producir la defecación más laboriosa de unas heces menos blandas.
Al principio los síntomas pueden ser sólo picor anal y manchas de sangre de color rojo vivo en el papel higiénico o estrías de sangre en las heces, pero con el tiempo puede surgir dolor importante al defecar y sensación de quemazón, que pueden llegar a ser bastante incapacitantes.
El tratamiento, en principio, consiste en conseguir un bolo fecal más blando (para que sea menos traumático al pasar por el anillo ano-rectal) mediante el incremento de fibra en la dieta, el beber abundante agua, y el empleo de algún laxante en etapas concretas.
Cuando las hemorroides se dilatan mucho y provocan gran protrusión se suele recomendar la intervención quirúrgica (convencional, con láser, o con crioterapia, etc.) para su eliminación por medio de esclerosamiento o extirpación directa.
Sin embargo, debo aclararle, a pesar de lo que le he comentado, que el sangrado por el recto (rectorragia) en cualquier persona ha de ser obligadamente consultado a su médico habitual, pues aunque las hemorroides son una causa frecuente del mismo, es imprescindible explorar la zona y asegurarse de que no existen otras causas.
Otras posibles, que aunque mucho menos frecuentes, han de descartarse forzosamente, son las fisuras o fístulas anales (lesiones ulceradas de la mucosa anal); los pólipos de colon; los divertículos (bolsitas anómalas que surgen en la pared del intestino grueso); el divertículo de Meckel (divertículo solitario presente desde el nacimiento, generalmente en el Íleon, última porción del intestino delgado); las angiodisplasias (vasos sanguíneos anómalos de la mucosa intestinal que sangran con facilidad); la enfermedad inflamatoria intestinal crónica (colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn); las diarreas infecciosas; la colitis isquémica o el infarto mesentérico (por riego arterial insuficiente de algún tramo del intestino); la úlcera de duodeno, o los tumores intestinales (de intestino delgado, colon,...) y otras.
No es mi intención preocuparle innecesariamente, pero le aconsejo que consulte su problema con un especialista en aparato digestivo cuando le sea posible. Asumir el diagnóstico de hemorroides sin más, sin que un médico pueda explorarle y hacer un diagnóstico certero no sería prudente en absoluto, por muy seguro que esté de que la causa de todo son unas supuestas hemorroides.
Cordialmente,
Dr. Alfonso Santiago Marí.