Pregunta
Hace dos años que padezco de un ruido muy exagerado en el estómago, me ocurre todos los días, muchas veces al día, sin interrupción desde hace dos años. Fui a especialistas distintos, que me han diagnosticado desde una dispepsia hasta colon irritable, he tomado los medicamentos que se me recetaron durante meses y no he notado mejoría, sino todo lo contrario. Una tercera doctora me dijo que eran nervios y me mandó tranquilizantes y tampoco funcionó. Lo he probado todo; desde hace dos años como mejor, más despacio, no tomo gaseosas, chicles, todo lo que se supone provoca gases y estoy empeorando. Pienso a estas alturas que el síntoma que lo provoca puede ser debido a algo que ingiero, algún alimento. Pero los doctores no quieren hacerme prueba alguna al respecto porque afirman que sólo por ese síntoma es "imposible" alguna alergia o intolerancia alimentaria. Y de todas formas ese ruido impresionante (tan impresionante como para despertarme en plena madrugada) me ocurre a cualquier hora del día, haya comido o no, de noche y de día. A veces me parece que si no tomo determinados alimentos mejoro, pero claro yo necesito corroborar con alguna prueba médica esa percepción. Tengo la sensación de que si elimino los productos lácteos mejoro, pero tampoco del todo. Estoy desesperada. Por favor, sé que no es grave, soy consciente de ello, pero llevo así dos años y casi no puedo hacer vida social, porque este ruido es constante y provoca situaciones muy vergonzosas. Me está generando después de dos años ansiedad y depresión. Gracias. Saludos.
Respuesta
Desgraciadamente no le puedo ayudar demasiado. Tiene fundamentalmente un problema estético, es decir, ruidos incómodos por ser intensos e incontrolables, derivados de una actividad fisiológica normal que es el peristaltismo intestinal, que en su caso, debe de ser enormemente dinámico y patente.
Lo que puedo decirle es que esto, independientemente de que pueda darse en ciertos procesos intestinales (gastroenteritis, trastornos biliares, sobrecrecimiento bacteriano, etc.) es muy típico en algunas personas que padecen de colon irritable o espástico, en el que se dan movimientos bruscos y exagerados del intestino y que resultan excesivamente audibles.
Tan sólo puedo decirle que si la causa fuera ésa, es decir, el colon irritable, todo lo que mejore esta dolencia debería supuestamente mejorar el problema de los ruidos intestinales. Como norma general, para ello debería comer abundante fibra -pero sólo del tipo insoluble, que es la fibra que más actúa sobre la normalización del funcionamiento intestinal y que no suele ser utilizada por las bacterias intestinales-. Me refiero básicamente a pan integral de trigo y salvado de trigo, arroz integral, castañas, verduras de hoja grande y ciertas hortalizas (patatas, tomates, pepinos, pimientos...) y algunas frutas, sobre todo piña y kiwi.
En su caso es probablemente aconsejable intentar moderar o incluso evitar la ingestión de alimentos ricos en fibra soluble, pues este otro tipo de fibra sí suele ser digerida en parte por las bacterias intestinales produciendo gases, lo cual sería contraproducente en su caso. Me refiero a legumbres, frutos secos, avena, cebada, zanahorias, judías verdes, berenjena, calabaza, y ciertas frutas como los cítricos, la manzana, la pera, el plátano, los higos y las ciruelas.
Además podría ser interesante, si su problema es realmente debido al colon espástico, el solicitar del médico la prescripción de determinados medicamentos denominados procinéticos, o bien espamolíticos, dependiendo del criterio del médico.
Cuando usted habla de que al disminuir los lácteos mejora su problema, es posible que se deba, no a que reduzca los lácteos sino a que realmente incrementa el porcentaje relativo de fibra de su dieta. Es el único consejo que puedo darle, que intente incrementar todo lo posible los alimentos con alto contenido en fibra insoluble, dentro de su alimentación, confiando en que esto le pueda ser de ayuda a la hora de mitigar su problema.
Es muy posible que, al consultar su problema, más de un médico le haya aconsejado reducir su componente de fibra de la dieta, cuando realmente es probable que lo que deba hacer es seleccionar de modo más cuidadoso qué tipo concreto de fibra ingiere. Si pese a todo, sigue padeciendo inalterable el mismo problema, entonces le aconsejo que acuda a un especialista de aparato digestivo a consultar su problema para que pueda investigarse de modo más a fondo su caso.
Cordialmente,
Dr. Alfonso J. Santiago Marí.