Pregunta
Hace 6 años nació mi hija, un embarazo perfecto. Tras 10 horas dilatando, con la epidural puesta y con 10cm de dilatación, iniciando el proceso de expulsión, se produjo una rotura uterina, con la gran suerte de que estamos vivas las dos. Tengo bastantes secuelas ya que con la episiotomía me lesionaron el músculo elevador de la vejiga y ano, y los fórceps causaron bastantes desgarros. Estoy muy agradecida al equipo médico, pero mi duda es por qué sucedió.
Respuesta
La rotura uterina es una complicación muy rara, grave y temida por todos los ginecólogos y matronas que atienden partos ya que, en ocasiones, puede acabar en situaciones trágicas con la muerte del bebé, de la madre o de ambos.
No nos comenta usted haber presentado posibles factores de riesgo importantes. En mujeres con una cesárea previa se han comunicado numerosos factores de riesgo de rotura uterina durante el parto, de los cuales la cicatriz uterina previa es el más importante, aunque no parece este su caso. Otros factores de riesgo son las malformaciones uterinas o la debilidad de la musculatura del útero y el trabajo de parto y expulsivo prolongados, que tampoco parecen haber concurrido en su caso.
Sabemos que la inducción del parto constituye un importante factor de riesgo de rotura uterina, aunque afortunadamente su incidencia es baja y la mayoría de los casos se presenta en mujeres con una cesárea previa y, por tanto, con un útero con una cicatriz previa. Se han comunicado casos de rotura uterina con el uso de oxitocina, misoprostol (prostaglandina E1) y preparados de prostaglandinas E2.
Muchas veces no encontramos la causa de tal accidente y lo más importante es actuar con diligencia para intentar salvar la vida de la madre y su bebé, como afortunadamente sucedió en su caso.
Creemos que no debe atormentarse con este asunto. Pasó y todo salió bien por lo que, como le han sugerido, debe estar agradecida, a pesar de las secuelas que le han quedado.
En el hipotético caso de desear un nuevo embarazo, aconsejaríamos la cesárea electiva en la semana 37.
Cordialmente,
Dra. Ana Palacios Marqués.