Pereza

Pregunta

Mi hermano es de sexo masculino, con 37 años de edad, y hace más de 2 años que no quiere trabajar. Al principio era porque tenía fiebre reumática, pero la verdad es que no tiene dicha enfermedad ya que no presenta síntomas. La otra excusa era que se había lastimado una costilla, pero aún así miente en todo. Si se le dice que realice algo, por ejemplo que barra patios o que ayude con las labores en casa, se niega a hacerlo poniendo excusas de que se ha lastimado alguna parte de su cuerpo, como el pie o la espalda o que se ha caído. No quiere salir casi de casa, rehúsa siquiera ir por tortillas. Cuando se le toca el tema del trabajo, nos dice que él ya lo hace, que esta trabajando, cuando la realidad es otra. Cuando llega a salir según él es porque fue a 'trabajar' o porque fue al médico porque se sentía mal. Enseguida se da uno cuenta de que está mintiendo. Su persona está descuidada, no se quiere bañar y si lo hace es cada semana o cada dos semanas, cuando tiene la oportunidad de hacerlo diario. Él no acepta que está enfermo, pero nosotros queremos saber qué podemos hacer y cómo debemos de tratarlo, así como saber qué tipo de enfermedad es la que tiene y qué medidas tomar. Saludos y gracias de antemano.

Respuesta

Cuando usted pregunta cuál es la enfermedad que padece su hermano, del que nos describe muy bien su conducta habitual, lo hace porque considera que su comportamiento es anormal y que les ocasiona importantes problemas dentro de la dinámica familiar.

Sin embargo debo aclararle que ese tipo de circunstancias no conllevan necesariamente que una persona sufra un determinado trastorno mental.

Ateniéndonos a los datos que usted aporta respecto al modo de actuar de su hermano, no podríamos en principio descartar con rotundidad que su conducta sea coherente con algún tipo de trastorno de la personalidad, como por ejemplo el trastorno disocial, pero ciertamente parece más bien tratarse de una persona en principio normal, que no duda en recurrir a mentiras y excusas fútiles de todo tipo con tal de garantizarse la consecución de lo que parece ser su principal objetivo, que es el librarse de todo tipo de trabajo o esfuerzo físico.

Eso es sencillamente una persona perezosa que miente para protegerse de los castigos o reproches que genera la continua elusión de las responsabilidades atribuidas a él por el mero hecho de ser miembro de una familia.

Si este tipo de conducta constituyese una enfermedad mental, habría una tremenda epidemia mundial de dicho mal.

La solución a este comportamiento es complicada y sólo se obtendrá cuando él entienda que su papel en el trabajo de todos es necesario y que su solidaridad frente a los demás deja mucho que desear, y que ha de mejorar.

Conseguir esta consciencia en la persona de su hermano puede requerir de múltiples conversaciones abordando cara a cara este problema, así como de una mejor organización familiar en la que el reparto de tareas quede tan nítidamente establecido que a él no le sea posible escapar de sus responsabilidades con triviales excusas.

En caso de no obtener un cambio de actitud en su conducta siempre pueden recurrir a los servicios de un psicoterapeuta especializado en trastornos disociales de conducta, por si fuera preciso abordar médicamente el problema.

Cordialmente,
Dr. Alfonso J. Santiago Marí.


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