La enfermedad empezó con acorchamiento y hormigueos en ambos pies y hasta pantorrillas en ambas piernas y dolor que irradia desde cadera, con predominancia de la pierna izquierda. En consulta con traumatólogo, previa resonancia lumbar (resultado normal), diagnostica posible lumbociática, aunque deriva a neurólogo para revisión.
Tras diversas consultas entre traumatólogos-neurólogos, solicitan más pruebas (electromiograma, RNM cervical, dorsal y lumbar). En el electromiograma se encuentra afectación L4-L5, y en las resonancias, se encuentra una pequeña protusion cervical, una "dilatación del canal ependimario" entre D7-D11, y encontrándose normal la RNM lumbar.
Tras indicarnos que estos hallazgos no tenían importancia y ser derivados a la unidad del dolor, se encuentra afectación del músculo piramidal, tratada con infiltración (fallida) de dicho músculo en cadera derecha. A raíz de dicha infiltración (debió afectar a algún nervio), a los síntomas anteriores se añaden dolor agudo en pierna izquierda, calentamiento en lateral rodilla izquierda.
A partir de aquí, un rosario de visitas a urgencias, cambio de neurólogo y cuestiona el electromiograma que se repite y se encuentra normal (¿?). Varios ingresos en urgencias para tratar de calmar el dolor, pero la única solución que nos dan es Lyrica y medicación contra el dolor neuropático.
Se solicita valoración por neurocirujano de la siringomielia en D7-D11, en la que el resultado es que es muy pequeña y que no procede más tratamiento que seguimiento a los 6 meses, porque "no puede dar lugar a todos estos síntomas".
A partir de aquí, empeoramiento general, añadiéndose los siguientes síntomas:
- Enrojecimiento de plantas de pies seguidos de dolor a la menor actividad física ( a partir del 7º mes ).
- Adormecimientos y enrojecimiento de palmas de las manos, al principio del 9º mes, y después aparece dolor en las palmas y yemas de los dedos.
- Debilidad de ambas piernas. Dolores al caminar, incluso al levantarse de la cama.
- Dolor en espalda ( zona dorsal )
La neuróloga decide consultar con neurocirujano para nueva valoración de la siringomielia, con el mismo resultado que la anterior.
Ahora nos derivan a reumatólogo. En resumen, han pasado 10 meses, y tras consultar con 3 traumatólogos, 3 neurólogos, 3 neurocirujanos, en varias ocasiones a cada uno de ellos, sigo sin estar diagnosticada, a pesar de haber encontrado una siringomielia, que parece ser compatible con todos estos síntomas. Ya no sabemos qué hacer, ni dónde acudir para que nos hagan caso.
Respuesta
Es un caso complejo y difícil. Y, tras haber consultado con muchos médicos y haberse sometido a tantas pruebas, ¿qué podría yo aportar sin ver las pruebas y sin siquiera examinarla?
Mi impresión es que no se ha llegado a un diagnóstico adecuado todavía, lo que dificulta el tratamiento. Probablemente, y tal como lo plantea, la pequeña siringomielia detectada no explicaría todos los síntomas que presenta usted y habrá que esperar a que la enfermedad se manifieste con nuevos síntomas o signos que nos ayuden a entender qué está pasando en realidad.
La consulta con el Reumatólogo podrá quizá añadir algo de luz a su complejo caso. A veces las cosas no son fáciles en Medicina y, repito, a usted la han visto nueve médicos de diferentes especialidades que no han podido o sabido llegar a un diagnóstico certero.
Mi comentario final es que debe tener paciencia y confiar en sus médicos que, a buen seguro, estarán trabajando para aclarar su problema y ofrecerle posibles soluciones al mismo.
Lamentando no haber podido ser de ayuda reciba un cordial saludo,