Pregunta
Tengo 15 años y me han diagnosticado eczema de pezón o dermatitis de la aréola. Me salen llagas que supuran un líquido pegajoso amarillento, dolorosas y que se pegan a la ropa, sangrando al despegarla. Me han sometido a varios tratamientos, sin resultado. Mi dermatólogo ha recomendado una biposia, pero tengo miedo, por lo que busco una última respuesta, por favor ayúdenme.
Respuesta
Estimada amiga:
En primer lugar, gracias por ponerse en contacto con NetDoctor. Esperamos que nuestra respuesta le ayude a resolver su problema.
Parece que ya ha consultado a varios dermatólogos sobre su problema y le han comentado que puede tratarse de un eccema de pezón dentro del seno de una dermatitis atópica (picor en piernas, brazos, espalda, etc.).
El eccema de pezón es considerado un estigma o síntoma menor de la dermatitis atópica. La piel de las personas con dermatitis atópica es más seca de lo normal, por lo que un síntoma frecuente es el picor, que puede ser localizado o tender a generalizarse, dependiendo del carácter de la enfermedad. Al ser más seca la piel, hay más facilidad para que se rompa apareciendo eccemas. Estos eccemas aparecen frecuentemente en pliegues y en localizaciones típicas como en las manos, párpados o los pezones. Estas zonas de eccema suelen producir un picor muy intenso y el rascado de las lesiones puede empeorarlas e incluso se pueden infectar apareciendo un impétigo (infección por bacterias de la piel).
La aparición de los eccemas se produce en brotes y hay determinadas circunstancias que pueden desencadenar su aparición, como el clima seco, el estrés, mala hidratación de la piel, utilización de jabones o detergentes demasiado agresivos, etc. En ocasiones, la dermatitis atópica se asocia a una tendencia a tener alergias en general (polen, ácaros, pelo de animales, medicamentos, etc.) y al asma.
Cuando aparece el eccema en el pezón es importante utilizar cremas hidratantes un poco más grasas que las habituales y usar geles de baño y de ducha muy suaves que no agredan la piel. También suele mejorar rápidamente con una crema que contenga un corticoide suave (en su caso ya ha utilizado varios con mejoría temporal del problema) o un inmunomodulador (en su caso parece que ya ha utilizado el Elidel). Debe saber que si es un eccema de pezón lo que padece, no es algo grave pero sí muy molesto y muy “latoso”, ya que suele aparecer de forma repetida tras abandonar los tratamientos si no se hidrata bien la piel de la zona.
Existen también otras causas más raras del eccema de pezón, algunas de ellas relacionadas con la glándula mamaria, por lo que su dermatólogo le ha planteado realizar una biopsia para descartarlas y para confirmar que se trata de un eccema de pezón.
La biopsia cutánea es una prueba diagnóstica muy común en dermatología y muy sencilla de realizar. Se inyecta un poco de anestesia local en la zona (es lo único que molesta un poco) y a continuación se extrae un pequeño fragmento de piel, que es lo que se manda a analizar. Normalmente se dan uno o dos puntos de sutura, que se suelen retirar a la semana. En la zona queda una pequeña cicatriz (3-4mm) casi imperceptible. La biopsia cutánea es una técnica sencilla y rápida de realizar y además aporta una información muy grande (en la mayoría de los casos es diagnóstica). En su caso, el dermatólogo descartará otras causas importantes y probablemente le confirmará el diagnóstico, con lo que podrá instaurar el tratamiento más adecuado. Nuestra recomendación es que no dude en seguir los consejos de su dermatólogo, verá como mejora.
Cordialmente,
Dr. Daniel Candelas Prieto.