Pregunta
Desde hace 3 años sufro de dolores de espalda. Fui al traumatólogo y me mandó una radiografía y resonancia magnética en columna vertebral. Conclusión del estudio: espondilosis incipiente en c4-c5-c7, inversión de la lordosis fisiológica. Quiero saber qué es eso, porque lo que el médico me explicó no lo entendí. Por qué tanto dolor en la espalda, mareos, adormecimiento en las manos y presión en los brazos.
Respuesta
Para explicarle en qué consiste la espondilosis cervical debo intentar explicarle antes de modo básico cómo está formada nuestra columna vertebral.
La columna está constituida por vértebras que son anillos óseos que se van ensamblando uno encima de otro para formar un conducto rígido por el cual discurre la médula espinal, que es el órgano nervioso que tiene una forma de cordón largo por el cual el cerebro es capaz de transmitir impulsos nerviosos a todo nuestro cuerpo, así como de recibirlos.
Por medio de la médula espinal se transmiten las órdenes de contracción para el movimiento de los músculos y se reciben las sensaciones táctiles, dolorosas, de presión, etc. procedentes de los receptores nerviosos que tenemos en la piel y en todos los órganos.
Eso lo puede hacer la médula porque recorre toda la columna vertebral, en cuyo interior está bien protegida, desde el cráneo hasta el final de la espalda, emitiendo nervios gruesos entre cada par de vértebras a uno y otro lado del cuerpo, que luego se irán ramificando en nervios más finos y abundantes que se infiltran por todos los tejidos, inervándolo todo. A esos nervios gruesos que la médula espinal emite de par en par se les denomina nervios espinales.
Entre las vértebras existen unas almohadillas que son los discos intervertebrales, y cada vértebra, además, se articula con la inmediatamente superior y la inmediatamente inferior por medio de cartílagos, como ocurre en todas las articulaciones móviles de organismo (los cartílagos son como huesos, pero elásticos, con textura parecida a la de una goma dura).
Pues bien, en la espondilosis cervical se produce una degeneración de dichos discos y cartílagos y las vértebras se articulan peor, lo cual produce dolor y dificultad de movimiento del tramo de columna afectado (cervical en su caso) favoreciendo así cierta rigidez (de cuello, de nuevo en su caso) de la que usted nos habla, así como contracturas y dolor reflejo en los músculos de esta zona.
Eso puede acabar acarreando también dolor de cabeza y mareos, y además, cuando las vértebras se desplazan anómalamente entre sí y se acercan excesivamente, es fácil que rocen y compriman uno o más nervios espinales, inflamándolos y provocando los síntomas que usted también refiere de adormecimiento de dedos, dolor o presión en brazos, sensaciones raras de hormigueos, etc., e incluso pérdida de fuerza o sensibilidad en las extremidades superiores.
Esto sucede porque cuando se compromete la función nerviosa de un nervio espinal, que va pasando por muchos sitios, como un cable, hasta llegar hasta una zona del brazo muy distante (como por ejemplo puede ser el dedo meñique) es típico que se afecte todo el recorrido del nervio desde su origen hasta el final.
Lo de la pérdida de la inversión o pérdida de la lordosis fisiológica significa que su columna cervical se ha hecho más recta (por las contracturas y las articulaciones anómalas de sus vértebras de las que antes le he hablado) y ha perdido por ello la curvatura normal que toda columna cervical tiene hacia delante (el cuello normal es curvo por detrás gracias a la lordosis fisiológica).
La espondilosis cervical suele asociarse a la edad aunque también se puede producir en personas jóvenes por una lesión de la columna cervical u otros procesos degenerativos relacionados con esta zona.
Cordialmente,
Dr. Alfonso J. Santiago Marí.