Pregunta
Me gustaría saber si me podría orientar con el cuadro médico que ha tenido mi marido. El diagnóstico que me han dado en el informe de la clínica es: lesión vegetante valvular aórtica con embolización cerebral y renal derecha. Afectación isquémica cerebral del pedúnculo cerebeloso izquierdo y protuberancia. Hematoma intraperenquimatoso talámico izquierdo. Además, posible fibroelastoma cardiaco y posible endocarditis bacteriana lesión aneurismática cerebral compleja embolizada. Mi marido estaba perfecto excepto por una espondilitis anquilosante detectada años antes. Me gustaría su opinión. Mil gracias.
Respuesta
Hemos leído detenidamente el correo que nos envía y comprendemos sus dificultades para entender el complejo informe médico que le han proporcionado, con gran cantidad de palabras muy técnicas, que hace muy difícil su comprensión a un profano.
Intentaremos a continuación explicarle o, mejor, traducirle esos términos que no comprende. Entendemos que para emitir ese informe los médicos que han atendido a su marido han realizado múltiples pruebas médicas, de las que deducimos que han hecho, entre otras, una ecocardiografía o ecografía del corazón, una Tomografía Axial Computarizada (TAC) o una Resonancia Magnética Nuclear (RMN) cerebral, análisis de sangre, etc.
Una “lesión vegetante valvular aórtica” se refiere a la acumulación de un material en la válvula aórtica (aquella que separa el ventrículo izquierdo del corazón de la arteria aorta y a través de la que sale la sangre oxigenada del corazón para distribuirse por todo el organismo mediante las arterias) posiblemente por una infección por bacterias que ha producido una “embolización cerebral y renal derecha”, es decir, una diseminación de la infección en forma de émbolos o pequeñas porciones de esa masa desarrollada en la válvula del corazón, a través de las arterias hasta el cerebro y el riñón derecho.
Esos mismos émbolos han obstruido las pequeñas arterias de unas partes del cerebelo y del cerebro llamadas pedúnculo izquierdo del cerebelo y protuberancia, respectivamente. Estas estructuras nerviosas son muy importantes, especialmente la protuberancia cerebral ya que en ella residen neuronas o células nerviosas que consideramos vitales, como por el ejemplo el centro respiratorio que gobierna la respiración.
Un “hematoma intraparenquimatoso talámico izquierdo” se refiere a un derrame o colección de sangre en esa estructura cerebral, también muy importante, llamada tálamo izquierdo, alojada en lo más profundo del cerebro.
Un “posible fibroelastoma cardíaco” se refiere a un pequeño tumor benigno del corazón, relativamente frecuente en las válvulas cardíacas o el endotelio o tejido adyacente que rara vez produce síntomas pero que, en ocasiones, interfiere mecánicamente con la función de la válvula cardiaca.
Una “endocarditis bacteriana” hace referencia a una infección por bacterias, como antes señalábamos, de la capa más interna del corazón llamada endocardio, que puede soltar émbolos que se impactan en los pequeños vasos sanguíneos cerebrales o de otros órganos pudiendo producir falta parcial de riego sanguíneo (“isquemia”) o verdaderos infartos (cuando la falta de sangre es total por la oclusión completa del vaso sanguíneo). Un “aneurisma” es una dilatación de un vaso sanguíneo, en forma de un pequeño saco, por debilitamiento de sus paredes.
Aunque no nos informa del estado actual de su marido y qué pronóstico le han dado los médicos que le atienden, por las características del cuadro clínico descrito entendemos que se trata de una situación grave, que podría dejar secuelas neurológicas (por afectación y daño cerebral) en forma de hemiparesia o hemiplejia (pérdida de fuerza o parálisis de una mitad del cuerpo) o incluso coma. En algunos casos puede incluso tener un desenlace fatal. En otros casos, sin embargo, el paciente se recupera parcial o incluso totalmente, aunque lo más frecuente es que queden algunas secuelas.
La espondilitis anquilosante que le fue diagnosticada hace algunos años a su marido creemos que podría tener algún tipo de relación con el cuadro actual ya que sabemos que se trata de un trastorno inflamatorio crónico, de causa no totalmente aclarada, que afecta principalmente al esqueleto de la columna vertebral, pero que puede manifestarse con algunas complicaciones cardiovasculares como, precisamente, la insuficiencia aórtica, es decir, una alteración de la válvula aórtica, que no cierra bien y hace que parte de la sangre no sea expulsada correctamente del corazón, y algunos trastornos de la conducción del corazón. Estas alteraciones pueden precisar, en algunos casos, la colocación de una prótesis valvular aórtica (una válvula nueva) o la implantación de un marcapasos.
Deseando una pronta recuperación de su marido, reciba un cordial saludo,
Dr. Salvador Pertusa Martínez.