Pregunta
Me fracturé el húmero derecho el 26 de Diciembre de 2003. Fractura espiroidea con un poco de desplazamiento que se redujo y tuvo una buena evolución. Dado que con la rehabilitación no terminaba de levantar el brazo me hicieron una RM y el diagnóstico del radiólogo decía que habia infiltración medular (metastásico, linfomatoso, mielomatoso?). Se puso todo en manos de la Hematóloga y tras hacer pruebas para descartar todo esto se vió en una gamamagrafía ósea otra hiperfijación en el hombro izquierdo, que tras RM de dicho hombro dio como diagnóstico posible encondroma. Las pruebas analíticas están normales, descartándose mieloma, linfoma y metástasis. La hematóloga recomendó una biopsia ósea. El traumatólogo que en principio iba a realizar las biopsias de ambos húmeros prescribió radiografías de ambos brazos y junto con el radiólogo han llegado a la conclusión (sin hacer biopsia) de que son infartos óseos, descartando que exista ningún tipo de tumor. Mi pregunta es la siguiente: ¿puedo estar tranquila sin hacer las biopsias del último diagnóstico -infartos óseos bilaterales? ¿Debo consultar a otros especialistas?
Respuesta
Gracias por su consulta a NetDoctor. Nos complace intentar ayudarle con nuestra opinión acerca de su caso, que tan detalladamente nos describe.
Según su relato todo empezó con una fractura probablemente patológica, acaecida hace algo más de 7 meses, en el húmero derecho. A raíz de una primera prueba diagnóstica de imagen, el radiólogo llega a la delicada conclusión de que se trata de una lesión infiltrativa, y al realizar una exploración más extensa, orientada por una hematóloga, le encuentran una nueva lesión, esta vez en el otro brazo, en el hombro derecho, que es sugerente de encondroma, un tumor benigno del hueso que suele debutar con una fractura espontánea.
Ambos diagnósticos se realizan por un radiólogo, por medio de una técnica de notable calidad, como es la resonancia magnética (RM) y en dos localizaciones distintas, pero aparentemente simétricas.
Posteriormente, comenta que le hacen una serie de pruebas analíticas, dirigidas por la hematóloga, que descartan los diagnósticos de tres enfermedades sistémicas (generalizadas) malignas (mieloma, linfoma y metástasis tumorales).
No nos aclara qué tipo de pruebas son las realizadas para llegar a esa deseable conclusión, pero dando por hecho que existe la certeza clínica, lo que nos queda claro es que tiene dos lesiones en ambos hombros en los que sólo existe una impresión diagnóstica por medios radiológicos.
Si bien el infarto óseo (osteonecrosis) es un diagnóstico posible y que puede ser diagnosticado por medio de resonancia magnética o TAC, no queda claro si se da una explicación a la causa de tal osteonecrosis, por un lado bilateral y en localización tan atípica (la osteonecrosis se produce en más del 95% en cadera, rodillas o tobillos) y por otro lado, en una mujer joven que no parece padecer enfermedad previa o condición médica preexistente que constituyese un factor de riesgo (trastornos de coagulación, alcoholismo, tratamiento prolongado con esteroides, drepanocitosis, enfermedad hepática o renal, lupus eritematoso sistémico...).
Se echa de menos, por tanto, una actitud algo más indagadora que intente averiguar y explicar la causa de dicho fenómeno, si esto no se hizo ya en las pruebas de la hematóloga que descartaron enfermedad maligna.
Cabe aclarar, no obstante, que, aun siendo definitivo el diagnóstico de osteonecrosis, hay un porcentaje muy significativo de casos (al menos un 30%) en los que no se encuentra una causa concreta que justifique la predisposición a los infartos óseos.
La recomendación de la hematóloga de practicar una biopsia ósea no parece por tanto desechable, teniendo en cuenta que el diagnóstico anatomo-patológico es el de mayor especificidad y fiabilidad posibles.
El diagnóstico obtenido mediante RM es altamente fiable en manos expertas, y en un contexto clínico coherente, pero no puede llegar a ser tan terminante como el diagnóstico histólogico (biopsia) que es capaz de aclarar casi sin lugar a dudas de qué tipo de lesión se trata (encondroma, infarto óseo, etc.).
Desde aquí le animamos a que nos consulte nuevas dudas sobre su problema si éstas surgen y a que nos aporte mayor información sobre su caso en caso de considerarlo conveniente.
Cordialmente,
Dr. Alfonso Santiago Marí.