Un reciente informe de un importante grupo de psicólogos muestra una fuerte relación entre los videojuegos y la agresividad de los jugadores, aunque no hay suficiente evidencia de que aumenten el riesgo de conductas violentas.
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El informe fue desarrollado por el Grupo de Trabajo sobre los Medios de Comunicación Violentos de la American Psychological Association, APA, que revisó estudios publicados entre 2005 y 2013.
"La investigación muestra una relación constante entre el uso de videojuegos violentos y aumentos de conductas agresivas y pensamientos y emociones agresivos, así como disminuciones de las conductas prosociales, de la empatía y de la sensibilidad a la agresividad", según el informe.
En un comunicado de prensa de la APA, Mark Appelbaum, presidente del grupo de trabajo, señaló que "los científicos han investigado los videojuegos violentos durante más de dos décadas, pero de momento las investigaciones que abordan si los videojuegos violentos provocan conductas igualmente violentas son muy limitadas". Puede acceder al comunicado aquí.
"Con todo, el vínculo entre la violencia en los videojuegos y una mayor agresividad de los jugadores es uno de los más estudiados y mejor establecidos en el campo", añadió.
Aun así, resultados contradictorios
A principios de 2014, un estudio sobre 3.000 niños realizado en la Universidad Estatal de Iowa encontró que la exposición frecuente a los videojuegos violentos parecía aumentar las probabilidades de conducta agresiva en niños y adolescentes.
Pero otro estudio de 2014, de la Universidad de Stetson, en Florida, encontró que entre 1996 y 2011 las tasas de violencia entre los jóvenes de Estados Unidos se redujeron, aunque los videojuegos se hicieron más violentos con el tiempo.
La alarma sobre una posible conexión entre videojuegos y violencia se desató en 2012, tras la matanza de Sandy Hook, en Connecticut, en que un estudiante obsesionado por los videojuegos violentos asesinara a tiros a 20 niños y 6 profesores del Instituto. Tras la masacre, algunos miembros del Congreso apuntaron la necesidad de imponer restricciones a los juegos violentos.
¿Es prematuro?
Pero el nuevo informe del panel de la APA concluyó que es prematuro culpar solo a los videojuegos de cualquier aumento en las tendencias violentas de un jugador.
"Ningún factor único conduce de forma constante a una persona a actuar de forma agresiva o violenta", escribió el grupo de trabajo. "En lugar de ello, lo que conduce a una conducta agresiva o violenta es la acumulación de factores de riesgo. La investigación que se revisó demuestra que el uso de videojuegos violentos es uno de esos factores de riesgo".