
El número de células T se reduce a las tres horas de sueño. Luego vuelve a aumentar.
Los investigadores afirman tener nueva información sobre cómo el sistema inmunitario se restaura a sí mismo durante el sueño.
Para el estudio, se tomaron muestras de sangre de 14 hombres sanos, de edad promedio 25 años, que durmieron durante toda una noche; y, de nuevo, tras permanecer despiertos toda la noche, y se midieron los niveles de células T. Estas células son un tipo de linfocitos (glóbulos blancos) que forman la base del sistema inmunitario.
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Cuando los participantes durmieron toda la noche, los niveles de todos los tipos de células T se redujeron en a las tres horas de sueño, pero permanecieron altos cuando los voluntarios se mantuvieron despiertos toda la noche.
No está claro dónde se van las células T cuando salen del torrente sanguíneo, durante el sueño, pero hay investigaciones anteriores que sugieren que podrían acumularse en los ganglios linfáticos, apuntaron los investigadores. El estudio se publicó en la revista American Journal of Physiology -- Regulatory, Integrative and Comparative Physiology.
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El rápido descenso del nivel de células T en la sangre durante el sueño muestra "que incluso una noche sin sueño afecta al sistema inmunitario adaptativo", comentó en un comunicado de prensa de la revista la primera autora del estudio, Dra. Luciana Besedovsky, del departamento de Psicología Médica y Neurobiología Conductual de la Universidad de Tubinga, en Alemania.
"El hallazgo, en sí mismo, constituye una causa de la importancia capital de mantener regularmente un buen sueño, reparador, para la salud global", concluyó.