Una nueva investigación danesa muestra que la reanimación cardiopulmonar realizada de urgencia in situ, por acompañantes o transeúntes, supone beneficios impensados para los pacientes reanimados.

De no hacer nada, la muerte sobreviene en pocos minutos
"Ya sabíamos que la RCP ayuda a salvar vidas, pero ahora nuestros resultados sugieren que proporcionarla supone aún más beneficios", dijo el autor del estudio, Dr. Kristian Kragholm, del Hospital de la Universidad de Aalborg y la Universidad Aarhus en Aalborg. Así lo expuso en un comunicado de prensa de la American Heart Association.
Para el nuevo estudio, los investigadores controlaron a más de 4.300 personas en Dinamarca, entre 2001 y 2011. El estudio incluyó únicamente a personas que no estaban en el hospital en el momento de su paro cardiaco. Todos tenían trabajo cuando lo sufrieron.
Más del 75 por ciento de los sobrevivientes fueron capaces de volver a trabajar. Y las probabilidades de hacerlo fueron un 40 % mayores entre los que fueron reanimados por un transeúnte, comparado con quienes no. Los que volvieron a trabajar lo hicieron una media de tres años más, según los resultados.
El paro cardiaco
Se produce cuando el ritmo normal del corazón se detiene abruptamente y el músculo ya no puede bombear sangre y oxígeno al cuerpo. Este puede ser desencadenado por un ataque al corazón, pero las dos afecciones son distintas.
Sin tratamiento de emergencia, el paro cardíaco es mortal en unos minutos. Los acompañantes o transeúntes pueden efectuar compresiones al corazón para mantener la sangre circulando a través del cuerpo hasta la llegada del SAMUR o la ambulancia. En ese punto, los profesionales sanitarios saben muy bien qué hacer, incluyendo el posible uso de un desfibrilador para devolver al corazón a su ritmo normal.
¿Sabría usted qué hacer?
Lea nuestro artículo Primeros Auxilios de Emergencia
Algunas cifras
Anualmente en España se producen más de 24.000 paradas cardíacas. Más del 70 % se producen fuera de los hospitales: en la calle, en casa, en gimnasios, etc.
Con la aplicación de reanimación cardiopulmonar o, mejor, con el acceso a un desfibrilador, se conseguiría pasar de 5 % de supervivencia (si no se actúa a tiempo) a más del 75 %. (Cifras del European Resuscitation Council, 2005).
El estudio se publicó en la revista Circulation de la American Heart Association . Puede leer un resumen aquí.