Los conductores que creen que los teléfonos manos libres son más seguros que los móviles están equivocados, sugiere un informe reciente.

Cualquier cosa que aparte la mente de la carretera representa un riesgo
Los dispositivos pueden sobrecargar a los conductores, retirando su atención de la carretera y aumentando las probabilidades de un accidente, señalan los expertos.
"’Manos libres’ no significa libre de riesgo, aunque tres de cada cuatro conductores lo crea así", comentó Peter Kissinger, presidente y director ejecutivo de la AAA Foundation for Traffic Safety. "Ahora sabemos que los dispositivos de detección de voz o similares pueden crear significativas distracciones mentales, lo que puede degradar el rendimiento en la conducción".
El cerebro no está programado para realizar varias tareas a la vez, aseguró Kissinger. "Para el cerebro, realizar dos cosas complejas al mismo tiempo resulta casi imposible", planteó.
Simultanear varias actividades puede llevar a "ceguera por falta de atención", comentó, que ocurre cuando las personas se están concentrando en una cosa y no ven otras que suceden a su alrededor.
Mirar sin ver
"Se puede mirar algo sin verlo, literalmente ", dijo. "Lo hemos comprobado. Hemos visto a conductores inmersos en una conversación vía móvil que se saltan un semáforo en rojo que ni siquiera recuerdan haber visto".
El nuevo informe, publicado el miércoles, fue preparado para la AAA por investigadores del departamento de psicología de la Universidad de Utah.
Cualquier factor
"Los dispositivos de manos libres podrían eliminar algunas de las distracciones visuales y físicas que usar o marcar un teléfono conlleva, pero no podemos decir que de manos libres signifique libre de riesgo, porque sigue habiendo una distracción mental", señaló Rebecca Naumann, epidemióloga del Centro de Lesiones de los CDC.
"La distracción que aparta la atención de la conducción sigue ahí", comentó. "Cualquier cosa que quite las manos del volante o la mente de la carretera representa un riesgo para la seguridad".
Escuchar la radio es una distracción mental muy leve, lo que los investigadores clasificaron como distracción de nivel uno, explicó Kissinger. Sin embargo, la tecnología activada por la voz es muy distractora, del nivel tres, que se considera como el mayor riesgo.