A pesar de que en los últimos años y con los avances de la Medicina se han constatado aumentos en las expectativas de vida y mejoras en muchos campos de la salud, todavía se observan importantes incrementos de determinadas enfermedades conforme envejecemos. La demencia y el deterioro cognitivo grave se encuentran entre los trastornos que más aparecen con la edad, tanto en incidencia (número de casos nuevos) como en prevalencia (acumulación de casos).
Muchos de los factores que se han visto asociados con un riesgo reducido de enfermedad crónica, como cáncer o enfermedades del corazón, también se asocian con una mortalidad menor. Recientemente, esos factores también se han estudiado en relación con la Enfermedad de Alzheimer y se ha visto igualmente una reducción en el riesgo durante los períodos de seguimiento.
En conclusión
Este estudio muestra que la reducción del riesgo en edades relativamente tempranas aumenta la esperanza de vida. Y esa extensión de la vida provoca la aparición de nuevos casos, por lo que el número de casos permanecerá invariable.
Estas variables se asocian a menudo con la clase social y el nivel educativo, cuyos efectos pueden ser atribuidos a estilos de vida y prácticas más saludables. En este sentido, se ha comprobado en muchos estudios que la clase social y la educación se asocian con una reducción en las tasas de demencia.
Disponemos de pruebas claras de que los individuos que tienen demencia y deterioro cognitivo tienen un exceso de mortalidad y menores expectativas de vida que los individuos que no las tienen. Sin embargo, tenemos escasa información sobre la proporción de la población de una determinada edad que muere con demencia o deterioro cognitivo grave.
El análisis presentado en este estudio -Demencia antes de la muerte en las sociedades envejecidas. La promesa de la prevención y la realidad- investiga la prevalencia de demencia y deterioro cognitivo grave en el período antes de la muerte en un grupo de población. Investiga además si aquellos de los que se esperaría tuvieran una ventaja relativa en el riesgo de demencia a una determinada edad es mucho menos probable que mueran con demencia o deterioro cognitivo grave en relación con aquellos con mayor riesgo.
Los autores realizan un estudio de cohortes, es decir, un seguimiento de pacientes mayores de 65 años durante un período de 10 años y determinan la prevalencia de demencia y deterioro cognitivo grave en el año anterior a la muerte de estas personas, teniendo en cuenta su edad, sexo, clase social y nivel educativo.
Los resultados mostraron que la prevalencia global de demencia en el momento de la muerte fue del 30%. Hubo una fuerte tendencia creciente para la demencia con la edad desde el 6% para los pacientes de 65 a 69 años en el momento de su muerte hasta el 58% para aquellos pacientes de 95 años y mayores en el momento de su muerte. Se observaron prevalencias aún mayores para el deterioro cognitivo grave, con patrones similares. La gente de clase social más alta y con mayor nivel de educación tuvo significativamente menos demencia y deterioro cognitivo grave antes de la muerte, pero la diferencia absoluta fue pequeña (por debajo del 10%).
Los autores concluyen que reducir el riesgo de demencia a una determinada edad conducirá a una mayor extensión de la vida por lo que el riesgo acumulado permanecerá alto. El envejecimiento de las poblaciones es probable que resulte en un aumento del número de personas que muera con demencia y deterioro cognitivo grave, incluso si adoptamos programas preventivos.
Dementia before death in ageing societies. The promise of prevention and the reality.Carol Brayne, Lu Gao, Michael Dewey, Fiona E. Matthews. PloS Medicine, 2006; October, Vol 3, Issue 10: 1922-1930. |