La dieta sana protege el cerebro que envejece

Los comedores de mucha fruta y verdura podría preservar mejor la memoria y aptitudes cerebrales al envejecer, según sugiere un nuevo estudio.

¿Los nutrientes antiinflamatorios que contienen podrían ser la clave?

Los resultados se suman a la evidencia que relaciona una alimentación saludable con riesgos más bajos de demencia.

En la investigación, los científicos descubrieron que entre 28.000 adultos mayores de más de 40 países, los que seguían una dieta más equilibrada tenían menor probabilidad de mostrar deterioros de memoria, atención y otras funciones cerebrales en los 5 años siguientes.

El estudio no demuestra que la dieta en sí misma aporte los beneficios, declaró el director del estudio, Dr. Andrew Smyth, de la McMaster University, en Hamilton, Ontario, Canadá; pero adujo que el estudio tomó en cuenta otras explicaciones (como el hecho de que las personas con mejores hábitos alimenticios podrían tener una mejor educación, ser más delgados, hacer más ejercicio y fumar menos).

Para el estudio, el equipo de Smyth calificó los hábitos alimenticios usando un índice de “comida sana”. Una puntuación alta, dijo Smyth, significa que el sujeto come más alimentos sanos, como frutas y verduras, y menos alimentos no recomendados, como fritos.

Pero ¿por qué el tipo de comida puede ayudar a preservar la memoria? Una posibilidad, según el equipo de Smyth, es que los nutrientes antiinflamatorios que tienen las frutas, verduras y pescados sirven para preservar la salud mental.

Corazón y cerebro, de la mano

Además, lo que beneficia al corazón suele beneficiar al cerebro: al disminuir la presión arterial, mejorar el flujo sanguíneo, y evitar micro-infartos, según Smyth.

Y lo que sí se ha demostrado que las dietas mediterránea y DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension o dieta recomendada pare hipertensos) mejoran la salud cardiovascular, y por lo tanto son buenas elecciones.

Ambas dietas tienen algunos alimentos en común que pueden proteger contra cardiopatías e infarto , y quizá contra la reducción de funciones cognitivas.

“Y si quiere proteger su cerebro, vale la pena intentarlo”.

El estudio se publicó en la revista Neurology. Puede leer un resumen (en inglés) aquí.

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