¿Existe la telepatía? Aunque cualquier mente medianamente científica afirmaría que no, en absoluto, probablemente dejaría una puerta prudentemente entreabierta a la capacidad del “poder oculto de la mente”, ése que permanece en el 80 ó 90% del cerebro que la cultura popular dice que “no se utiliza”.

La interfaz intercerebral es un campo de investigación que está en sus inicios
Al margen de elucubraciones que entran de lleno en la parapsicología (¿ciencia, pseudociencia o sólo creencia?), un experimento reciente ha demostrado que dos personas pueden comunicarse de tal modo que una de ellas puede averiguar lo que está pensando la otra.
El equipo de investigadores, de la Universidad de Washington, mantiene que mediante la digitalización de la actividad nerviosa eléctrica asociada a los pensamientos de una persona, la conversión de esa actividad en una señal específica y la transmisión de esa señal por internet en patrones que el cerebro de otra persona puede comprender.
Naturalmente, sin una sola palabra
"La interfaz intercerebral es un campo de investigación que está en sus inicios", dijo el autor del estudio, Dr. Andrea Stocco, de dicha Universidad. "La capacidad de comunicar fácil y directamente conceptos e imágenes complejos de un cerebro a otro es algo que aún está muy lejos".
"Pero lo que hemos podido mostrar es que un intercambio claro de información simple entre dos cerebros es posible", añadió. "Y eso, en mi opinión, es un gran paso hacia adelante. Y establece un fundamento muy sólido sobre el que poder investigar. Y esto es muy emocionante".
En lo esencial, una interfaz cerebral se refiere a la capacidad de que dos cerebros "hablen" el uno con el otro directamente, enviando y recibiendo mensajes neuronales en forma de señales eléctricas. Esas señales pueden recogerse mediante una tecnología de lectura de ondas cerebrales (como, por ejemplo, un electroencefalograma) y transmitirse a través de internet.
El estudio
En un trabajo anterior, el equipo había activado las señales cerebrales de un individuo para motivar el movimiento de una mano de otro individuo separado del anterior.
A partir de eso, la última investigación contó con 10 hombres y mujeres, con edades comprendidas entre los 19 y los 39 años, emparejados aleatoriamente y situados en dos localizaciones del laboratorio diferentes y oscuras a aproximadamente 2 kilómetros de distancia. Cada uno de ellos estaba conectado a una máquina similar a un EEG.
Los voluntarios jugaron a preguntas y respuestas, de modo que uno de ellos pensaba en un objeto (como, por ejemplo, un perro) perteneciente a una determinada categoría ("animales"), mientras que el otro enviaba preguntas por internet para intentar averiguar de qué objeto se trataba.
Sin embargo, la persona que pensaba en el objeto solamente podía responder prestando atención a una luz parpadeante que indicaba "sí" o "no", ya que en cada respuesta se generaba un tipo ligeramente distinto de actividad neuronal.
Las respuestas de "sí" o "no" eran, a su vez, digitalizadas y devueltas al cerebro de la persona que preguntaba. Una vez recibidas, las señales del "sí" desencadenaban percepciones de un parpadeo rápido de la luz, y las respuestas del "no" no lo hacían. Entonces se pidió a los que hacían las preguntas que interpretaran las respuestas, después de informales de que el parpadeo de la luz significaba "sí".
Después de 20 rondas, "descubrimos que los voluntarios eran muy buenos jugadores", dijo Stocco. "En promedio, fueron capaces de identificar correctamente los objetos más del 70 por ciento de las veces. Y dado que cada juego implicaba una serie de preguntas y respuestas antes de averiguar el objeto, descubrimos que en realidad pudieron comprender correctamente las respuestas el 93 por ciento de los casos".
Stocco dijo que la esperanza está en facilitar en algún momento una comunicación verdaderamente bidireccional, en la que se suprima el "mediador" al eliminar del todo la necesidad de la comunicación a través de internet.
"El objetivo es conseguir que se comuniquen solamente los pensamientos de un cerebro a otro en ambas direcciones, y hacerlo con conceptos complejos", afirmó Stocco. "Lo que hemos conseguido es genial. Pero esto tiene el potencial de llevarnos a una manera completamente nueva de comunicación".
El informe se publicó en la revista Plos One. Puede leer un resumen (en inglés) aquí.