Leer un rato antes de apagar la luz, a la espera de que nos venza el sueño, es una vieja y sana costumbre. La versatilidad y comodidad de los e-books les hace ganar cada vez más adeptos, en detrimento del papel, que pesa más y que requiere de una luz auxiliar.

El problema radica en la luz que emiten
Pues un estudio llevado a cabo por investigadores del Brigham and Women's Hospital (BWH), en Boston, reveló que la luz que emiten los dispositivos afecta al reloj circadiano, que regula el ritmo diario del sueño.
La luz azul clara
El problema procede de la luz “azul clara”, de longitud de onda corta, que también emiten los ordenadores, las tablets o los teléfonos móviles, y que puede afectar negativamente al estado de vigilia, alterando el sueño.
Los participantes del estudio que leyeron antes de dormirse un e-book necesitaron más tiempo para conciliar el sueño y tuvieron menor somnolencia a lo largo de la noche. La luz azul reduce la secreción de melatonina, impactando en el reloj biológico.
Como consecuencia, los voluntarios que leyeron libros electrónicos estaban menos lúcidos a la mañana siguiente, en comparación con lo que leyeron libros de papel.
El estudio se ha publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.