Se dice que la felicidad es difícil de ocultar; está patente en una sonrisa, en una carcajada, en unos ojos risueños, en un apretón de manos.

La felicidad se trasmite por el olor corporal
Bueno, pues también la olemos (aunque, desde luego, sea menos obvio).
Un equipo de investigación ha descubierto que la felicidad genera sustancias que se incorporan al olor corporal –al sudor– y que pueden detectar quienes se encuentran cerca.
Y no sólo eso: los experimentos también sugieren que, al “respirar” la alegría de los demás, nosotros mismos somos más felices: nos contagiamos, como si viéramos bostezar.
"El sudor humano secretado cuando alguien se siente feliz induce un estado similar de felicidad en alguien que lo huele", dijo uno de los autores, Dr. Gun Semin, de la Universidad de Koc, en Estambul, y del Instituto Superior de Psicología Aplicada en Lisboa.
Los investigadores indicaron que hay investigaciones previas que han demostrado que las emociones negativas, como el miedo o el disgusto, pueden comunicarse a través del olor corporal.
Para ver si ocurría lo mismo con los sentimientos positivos, el equipo de Semin recogió muestras de sudor de 12 hombres jóvenes después de que vieran vídeos diseñados para inducir una serie de emociones que incluían la felicidad y el miedo. Todos los voluntarios gozaban de un buen estado de salud, no fumaban y ninguno bebió alcohol, consumió alimentos aromáticos ni mantuvo relaciones sexuales durante el periodo de estudio.
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A su vez, 36 mujeres igualmente en buen estado de salud, se dedicaron a oler las muestras mientras se monitorizaban sus reacciones.
Después de analizar las expresiones faciales del grupo que olía, el equipo de investigación concluyó que de hecho se producía lo que se conoce como "sincronización conductual" entre el estado emocional de una persona que sudaba, el sudor generado, y la reacción de la persona al olor.
En concreto, que las caras de las mujeres que olían el "sudor feliz" mostraban una actividad de los músculos faciales que se considera que representa a la felicidad.
¿Por qué el "sudor feliz" es contagioso?
No se sabe aún. Semin reconoció no haber podido demostrar cuál es la naturaleza de los componentes químicos del sudor.
“La felicidad tiende a contagiarse y estar con personas felices nos hace sentirnos más felices”, añadió, "de modo que el hecho de que olerlas nos produzca un cierto grado de felicidad no es tan sorprendente".
El próximo paso sería averiguar cuál es la diferencia en las sustancias químicas entre el sudor del miedo y el sudor feliz que median en dichos efectos. Esto abriría la puerta al estudio de lo que está pasando.
Los hallazgos aparecen en la revista Psychological Science. Puede leer un resumen, en inglés, aquí.