¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una enfermedad causada por un parásito protozoo, el Toxoplasma gondii. El Toxoplasma existe en todo el mundo y por tanto también en España. Los pájaros, gatos y otros animales domésticos sirven de reservorio de este parásito y prácticamente todos los mamíferos pueden infectarse por él. El gato tiene una gran importancia en la transmisión de esta enfermedad.

No se debe comer carne que no haya sido bien cocinada por medio de calor.
En la mayoría de las personas cuyo sistema inmunológico es normal, el toxoplasma no produce una enfermedad como tal, sino únicamente una infección sin síntomas. Posteriormente, el parásito puede permanecer en el organismo en forma de quistes, provocando así una infección crónica que normalmente no ocasiona consecuencias (aunque si se produce una alteración del sistema inmune, el parásito podría "reactivarse"). En estos casos no suele ser preciso un tratamiento.
En los seres humanos, el toxoplasma puede producir alguna de las siguientes enfermedades:
Toxoplasmosis aguda
- En personas con un sistema inmunológico normal.
- En personas con alteración del sistema inmunológico; por ejemplo, enfermos con cáncer o que toman medicamentos inmunodepresores. En los enfermos con sida la enfermedad afecta sobre todo al sistema nervioso (especialmente al cerebro) y más raramente al pulmón, al ojo u otros órganos.
Toxoplasmosis congénita
Que se transmite desde la madre al feto, cuando aquella tiene una infección durante el embarazo. No todos los fetos cuya madre esté infectada durante la gestación se verán infectados, y de ellos solo algunos sufrirán una enfermedad; pero si ésta se produce, sus consecuencias pueden ser serias. La probabilidad de que haya enfermedad en el feto depende del momento del embarazo en que se produzca la infección materna y depende de si a la madre se le ha administrado tratamiento frente al toxoplasma (lo cual disminuye el riesgo de infección congénita).
Toxoplasmosis ocular
También llamada coriorretinitis por toxoplasma. Generalmente es consecuencia de una enfermedad congénita, aunque puede ser que los síntomas que produce no se presenten hasta la edad adulta.
¿Cómo se adquiere la toxoplasmosis?
Las dos vías principales son la oral y la congénita y de forma más infrecuente puede adquirirse por transfusiones, trasplantes de órganos o accidentes en el laboratorio.
Los gatos eliminan una forma del parásito por las heces, que se denomina ooquiste, el cual puede mantenerse viable en el suelo durante muchos meses. En determinadas condiciones ambientales, el ooquiste madura y se forman los llamados taquizoitos, los cuales al ser ingeridos por una persona, le pueden producir la infección. Por tanto, el suelo o los alimentos contaminados con heces de gato pueden ser una fuente de la infección.
Al igual que en los seres humanos, en muchos otros animales los taquizoitos se diseminan por el organismo y acabarán formando en sus tejidos una tercera forma del parásito a la que llamamos quiste tisular. La ingestión de carne de un animal que contenga quistes, si está poco cocinada, es también una fuente de infección.
La forma congénita se adquiere por el feto dentro del útero, a partir de parásitos que le pasa su madre.
¿Cuáles son las manifestaciones de la toxoplasmosis?
- En casi el 90% de los casos se produce una infección sin ningún síntoma.
- En los casos más raros de enfermedad con síntomas (toxoplasmosis aguda), ésta suele manifestarse por un aumento de tamaño de los ganglios linfáticos; sobre todo los del cuello, pero también los de la ingle, axilas etc. Puede acompañarse de fiebre, malestar general, dolores musculares, sudoración nocturna, dolor de garganta, y a veces una erupción con manchas en la piel.
- En los casos de toxoplasmosis aguda en enfermos con alteración del sistema inmunológico, suelen presentarse síntomas por la afectación cerebral (convulsiones, alteraciones de la motricidad, del habla o sensoriales, debilidad, síntomas psiquiátricos, etc.). En los casos con afectación pulmonar suele haber fiebre, tos y dificultad para respirar.
- La toxoplasmosis ocular provoca alteraciones en la visión.
- La toxoplasmosis congénita produce manifestaciones muy variadas, entre las que se pueden encontrar: afectación de la visión, epilepsia, retraso mental, alteraciones en la piel, alteraciones de la sangre, etc.
Algunos consejos
Las mujeres embarazadas que no saben si en el pasado han padecido la enfermedad o si han sido infectadas, deben tomar algunas precauciones para minimizar el riesgo de infección durante la gestación, y así evitar que la enfermedad pueda pasar al feto:
- Se lavarán las manos después del contacto con carne cruda o con vegetales.
- Se lavarán las manos tras estar en un parque o a un jardín, etc.
- No comerán huevos crudos, y se evitará la leche no pasteurizada (sobre todo la de cabra).
- Se evitará cualquier contacto con las heces de los gatos o con objetos por ellas contaminados.
- No se debe comer carne que no haya sido bien cocinada por medio de calor. Comer la carne bien cocida. Recuérdese que muchos embutidos no han sido previamente cocinados.
- El control de las moscas y cucarachas también es útil.
Las mujeres embarazadas que tienen gatos resultan más fácilmente infectadas que aquellas que no los tienen.
¿Cómo diagnostica el médico la toxoplasmosis?
Cuando existe la sospecha de que pueda haber una toxoplasmosis, suele tomarse una muestra de sangre para el análisis de anticuerpos frente al toxoplasma. Esto permite establecer si existe una infección y si ésta es reciente o antigua.
Existen otros métodos que se usan menos, como es el aislamiento del parásito en determinados tipos de células, o bien el estudio de muestras (biopsias, líquidos orgánicos, etc.), que se tiñen y se ven al microscopio. Existen además otras técnicas más complejas.
Si una mujer embarazada es infectada durante el embarazo, una amniocentesis podría dilucidar si el feto está también afectado.
Para el diagnóstico precoz de la toxoplasmosis congénita existen pruebas, para las cuales se utiliza una muestra de sangre del talón del recién nacido, que es el mismo tipo de muestra que se usa rutinariamente en España para el diagnóstico de otras enfermedades como el hipotiroidismo congénito o la fenilcetonuria.
¿Qué repercusiones para el futuro tiene esta enfermedad?
Esta enfermedad es habitualmente benigna y no deja secuelas. Excepcionalmente puede haber complicaciones como encefalitis (inflamación del cerebro), miocarditis (inflamación del músculo del corazón) o retinitis (inflamación de la retina).
Cuando se produce una infección, el organismo reacciona produciendo anticuerpos frente al parásito, lo cual proporciona inmunidad frente a la misma infección.
Si una mujer se infecta durante el embarazo, puede transmitirse la infección al feto (el riesgo se estima en un 20%, pero varía según el tiempo de gestación). La infección en el primer trimestre del embarazo suele ser muy grave para el feto y frecuentemente termina con un aborto espontáneo o una enfermedad grave en el recién nacido. La infección al final del embarazo generalmente no ocasionará síntomas específicos, excepto la ya mencionada retinitis.
El recién nacido puede presentar la infección al nacer, pero no síntomas. Estos pueden manifestarse al cabo de un tiempo. En estos casos, el tratamiento precoz puede prevenir una recaída.
¿Cómo se trata la toxoplasmosis?
Muchos casos no precisan tratamiento específico, pero los que sí lo requieren han de ser tratados por especialistas utilizando fármacos adecuados, como pirimetamina, sulfadiacina o espiramicina.