Retracción de las encías: sus causas y su tratamiento

Puede causar problemas serios y... estropear cualquier sonrisa.

La retracción de las encías, o retracción gingival, puede acabar por afectar a la confianza en uno mismo. Mostrar, al sonreír, unas encías estropeadas puede minarla hasta puntos insospechados.

El trastorno consiste en que el tejido de las encías retrocede, descubriendo cada vez más la parte interna de los dientes, llegando a dejar al aire sus raíces.

Primer plano de una mujer sonriente a punto de morder una manzana

Se produce de forma muy gradual, con lo que en un principio puede pasar desapercibida. La realidad es que si no se trata puede resultar perjudicial para los dientes, y causar daños aún peores: la caída de los dientes.

Cuáles son los síntomas

Los más habituales son:

  • Sangrado durante el cepillado dental
  • Encías enrojecidas o inflamadas
  • Halitosis: mal aliento
  • Dolor en la zona
  • Sensibilidad, causada por la exposición de las raíces de los dientes.
  • En casos extremos, caída de dientes, consecuencia de la incapacidad de las encías de mantenerlos en su sitio.

¿Qué causa la retracción de las encías?

Hay diversas causas:

  • La gingivitis, o enfermedad de las encías, causada por una mala higiene dental.
  • El endurecimiento de la placa, que da lugar al sarro
  • Antecedentes familiares de enfermedad periodontal (de las encías)
  • Un cepillado demasiado enérgico a lo largo de mucho tiempo
  • Apretar mucho los dientes o rechinarlos durante la noche
  • Dientes no correctamente alineados
  • Fumar
  • Diabetes
  • Ciertos medicamentos que pueden causar sequedad en la boca (una saliva inadecuada puede causar que las mucosas bucales sean más vulnerables a las infecciones).
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Apenas media hora después de comer se empieza a formar la placa: el sarro.

¿Pueden volver a crecer?

Lamentablemente no. El tejido de las encías no es como, por ejemplo, la piel –que se regenera constantemente- y cuando se ha perdido no vuelve a recuperarse. Con todo, una retracción leve de las encías se puede detener. También hay tratamientos para retracciones extremas, como injertos de tejido.

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Tratamientos de la retracción gingival

Los casos leves de retracción puede tratarlos el dentista o el higienista. Una limpieza en profundidad (lo que los especialistas llaman curetaje) puede eliminar la placa y el sarro de inmediatamente detrás o debajo de las encías, con lo que vuelven a estar sanas.

Si los dientes, o la parte de las raíces expuesta se muestran muy sensibles, puede optarse por un dentífrico especial (habla con tu dentista o tu farmacéutico). Con vistas a una protección a más largo plazo, el higienista puede aplicar diversas resinas o lacas fluoradas.

¿Cuándo debes ir a un especialista?

Si la recesión de las encías está muy avanzada, es posible que se requieran tratamientos adicionales. En casos avanzados será el periodoncista (especialista en encías), quien sugiera lo más adecuado. Incluso existe una técnica para reponer el tejido mediante injertos, ya sea del propio tejido del paciente o de tejdio artificial.

Y como siempre en medicina: El mejor tratamiento es la prevención. Lávate bien los dientes al menos dos veces al día y acude al dentista para una revisión al menos una vez al año, o incluso dos veces si tienes algún tipo de problema recurrente. Y hazte una limpieza anual con tu higienista que, eventualmente, podrá indicarte la conveniencia de un curetaje o de una visita al especialista.

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La sonrisa, con dientes cuidados y limpios, constituye el segundo factor de atractivo personal –tras la propia personalidad- y la característica física más importante.

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