Hachís, marihuana y otros cannabinoides

¿Qué es el cannabis?

Cannabis es el término genérico utilizado para referirse a los diferentes derivados y preparados psicoactivos de la planta Cannabis sativa. El principio activo responsable de los principales efectos psicoactivos del cannabis es el ∆-9 tetrahidrocannabinol (THC), existiendo además una serie de principios activos de características similares al THC y que se denominan cannabinoides.

Existen diversos términos utilizados popularmente para referir a los preparados derivados del cannabis, entre los que destacan:

  • Marihuana, hierba, grifa, kif: con estos términos habitualmente se refiere a preparados que se consumen fumados y están constituidos por las flores y hojas femeninas de la planta desecadas con un contenido de THC que puede oscilar enormemente (entre el 0,3 y el 55%).
  • Hachís, chocolate, costo: términos usados para indicar los compuestos que contienen hojas y flores femeninas sin polinizar. También se consume fumado. El contenido de THC suele ser del 4-10%.
  • Aceite de hachís, resina o hachís liquido es un concentrado de cannabinoides obtenido mediante extracción de solventes de los pelos glandulares de la planta femenina, con un contenido de THC del 50 al 65%.
  • Bhang: constituida por las flores y hojas frescas, con un contenido entre el 0,3 y el 2% y que se suele consumir en infusión.

¿Cómo se consume el cannabis?

Se trata de la droga ilegal más consumida en nuestro país. Si bien su uso está extendido tanto en población general, como en individuos con otras adicciones, así como en sujetos con trastornos mentales distintos a las toxicomanías, es especialmente preocupante el aumento de las tasas de consumo que se ha observado a lo largo de los últimos años entre adolescentes y población joven en general.

La mayoría de consumidores lo fuman, ya sea solo o mezclándolo con tabaco, enrollándolo en forma de cigarrillos (conocidos como porros o canutos). Sin embargo, también se puede fumar en una pipa, utilizándose entre otras variedades una pipa que filtra el humo con agua. Algunas personas mezclan la droga con alimentos o la usan en forma de infusión.

Al fumar cannabis, éste se absorbe rápidamente y se distribuye fácilmente en tejido adiposo, cerebro, hígado y pulmones. Además, atraviesa la leche materna y la placenta. Los efectos subjetivos máximos se alcanzan a los 10-30 minutos de fumar el cannabis y duran generalmente unas tres horas. Sin embargo, debido a que se trata de moléculas lipofílicas, los cannabinoides y sus metabolitos tienen una vida media de alrededor de 50 horas, pudiendo persistir sus efectos durante 12-24 horas.

¿Cuáles son los efectos del cannabis?

Al fumar un cigarrillo que contiene cannabis se observa aumento de la frecuencia cardíaca, inyección conjuntival (ojos rojos), junto con sequedad de la boca y aumento del apetito. Además, el sujeto experimenta sensaciones de euforia, y en general de bienestar, de autoconfianza, junto con relajación. El sujeto percibe que el tiempo parece pasar más lentamente, experimentando también alteraciones en las percepciones del oído, gusto y tacto. Tanto los efectos subjetivos como los fisiológicos aparecen de forma casi inmediata y la intensidad con que son experimentados va a depender de la dosis, de la vía de administración y del contexto del consumo, así como de las características del individuo.

¿Qué efectos adversos aparecen con el consumo de cannabis?

El consumo de cannabis puede precipitar la aparición de una amplia gama de complicaciones físicas y psiquiátricas que habitualmente se desencadenan con su uso continuado, pero también pueden aparecer tras pocos consumos. Esto depende en gran parte de la susceptibilidad personal y de otras características del consumidor, del consumo simultáneo de otras drogas, o de las circunstancias en que se produce dicho consumo.

Los efectos adversos del cannabis los podemos agrupar en agudos, que incluirían todos aquellos que aparecerían en consumidores esporádicos o poco experimentados, o que desaparecen a las pocas horas o días de dejar de fumar la droga. Por otro lado estarían los efectos adversos crónicos que aparecerían con el efecto continuado.

Efectos adversos agudos del cannabis

Uno de los efectos adversos más frecuentes es la aparición de crisis agudas de pánico y de ansiedad, que pueden manifestarse entre un quinto y tercio de consumidores de cannabis, particularmente entre fumadores poco experimentados.

  • El cannabis desencadena alteraciones en la memoria y en la capacidad de aprendizaje, lo que puede tener repercusiones, especialmente en los consumidores que están estudiando.
  • Altera el rendimiento psicomotor en tareas como la coordinación motora, la atención dividida, de modo que puede afectarse la conducción o el manejo de maquinaria compleja tras fumar pequeñas cantidades de cannabis, con lo que se aumenta el riesgo de accidentes de tráfico.
  • Pueden aparecer síntomas psicóticos entre los que se incluyen alucinaciones visuales, auditivas y táctiles, ideas delirantes, síntomas paranoides, despersonalización, así como pérdida del juicio de la realidad.

Efectos adversos crónicos del cannabis

Con el consumo continuado de cannabis se puede desarrollar un síndrome de dependencia de esta sustancia, muy similar al que aparece con otras drogas de abuso.

  • Las personas que fuman cannabis desarrollan similares problemas respiratorios y cardiovasculares que los que produce el tabaco, como lesiones traqueales y bronquiales, mayor frecuencia de infecciones respiratorias o bronquitis crónica. También, al igual que el tabaco, el consumo de cannabis puede causar diversos tipos de cáncer.
  • Se ha observado que el principal agente psicoactivo del cannabis, el THC, es inmunosupresor.
  • El hábito de fumar cannabis durante el embarazo puede tener efectos nocivos para el desarrollo del feto. Así mismo, los niños de madres fumadoras de cannabis pueden presentar más problemas conductuales durante la infancia, y más problemas de concentración y memoria.
  • Se ha descrito en consumidores habituales el llamado síndrome amotivacional, caracterizado por pasividad, apatía, falta de ganas para hacer nada.
  • En consumidores crónicos se han observado déficits cognitivos (memoria, concentración, atención, etc.) que no se recuperan al dejar de consumir.
  • El abuso de cannabis parece interactuar con otros factores de vulnerabilidad para desarrollar esquizofrenia, potenciando el riesgo de la misma; de hecho, perecen particularmente claras las evidencias que sugieren una fuerte asociación entre consumo de cannabis y una edad más temprana del primer episodio de esquizofrenia, especialmente en varones. Además, el cannabis puede agravar el curso de la esquizofrenia en individuos que ya padecen esta enfermedad.

¿Cómo saber si su hijo fuma cannabis?

Es importante que los padres estén pendientes en cualquier cambio de conducta significativo en el adolescente. Puede sospechar que su hijo o alguien cercano ha estado fumando cannabis si observa en él alguno de los siguientes efectos:

  • ojos rojos e irritados;
  • se muestra con mucha menos coordinación de lo habitual y sin embargo no ha bebido;
  • presenta dificultades para concentrarse o para recordar cosas o hechos recientes;
  • se ríe sin razón alguna, de forma espontánea;
  • se manifiestan cambios en el rendimiento académico, absentismo escolar y menor interés por los deportes y otras actividades favoritas;
  • cambios en los hábitos alimenticios o de sueño.

Además, hay que estar pendientes de otros aspectos tales como:

  • materiales que puedan indicar el uso de cannabis, como colillas, papel para enrollar cigarrillos, o incluso restos de la propia droga;
  • el olor de la ropa y de la habitación;
  • que tenga ropa, posters, revistas, etc., que promuevan el uso de la droga.
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