Fimosis

¿Cómo se desarrolla el prepucio en los dos primeros años de vida?

El prepucio de un recién nacido está siempre íntimamente adherido a la cabeza del pene (glande). Sólo deja un pequeño orificio que permite el paso de la orina. En los primeros meses de vida, el prepucio por tanto no puede retraerse. En principio, no se debería intentar realizar tal maniobra en ese momento. Esto podría provocar lesiones en el glande.

La fimosis puede mantenerse durante toda la vida sin causar inconvenientes, pero también puede dar problemas.

Durante los dos primeros años de vida, el prepucio se volverá gradualmente más laxo y muchos chicos podrán, con el tiempo, retraer el prepucio sin problemas. En realidad, únicamente la mitad de los varones de tres años de edad pueden retraer el prepucio.

No es aconsejable retraer forzadamente el prepucio. Retraerlo puede producir pequeñas grietas en él que pueden dar lugar a una moderada rigidez y, por tanto, a una pérdida de la capacidad retráctil.

¿Quién le puede aconsejar?

El pediatra y/o el médico general está capacitado para aconsejarle adecuadamente. Si el prepucio está muy cerrado y permanece de esta forma, se pueden producir infecciones repetidas y problemas durante la micción, lo cual puede hacer aconsejable la práctica de la circuncisión. En estos casos, es necesaria la evaluación por un urólogo.

De interés

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¿Qué problemas puede originar la fimosis?

La fimosis puede mantenerse durante toda la vida sin causar problema alguno. Es una decisión voluntaria el someterse o no a esta operación. Generalmente, si surge algún problema, lo hace tras la pubertad.

La fimosis, no obstante, puede producirse inicialmente en edad adulta (secundariamente a diabetes o enfermedades de la piel circunscritas a esa zona) y habitualmente requiere la circuncisión.

Los problemas pueden ser los siguientes:

Consultas al médico

Visite nuestra sección 'Pregunte al médico' donde encontrará numerosas consultas de nuestros usuarios:

  • Alteraciones en la micción.
  • Infecciones en el espacio que queda bajo el prepucio. En muchos casos, pueden ser prevenidas mediante la limpieza regular de la mucosa con agua tibia.
  • Durante la erección, la fimosis puede producir dolor cuando se intenta retraer el prepucio hacia atrás. Si esto se consigue, puede ocurrir que el prepucio no sea capaz de volver a cubrir el glande cuando el pene retorne a la flaccidez, sufriendo hinchazón y quedando en el surco balano-prepucial de forma forzada. Esta circunstancia se denomina parafimosis y debe resolverse en breve plazo de tiempo.
  • Más raramente, una lesión tumoral puede tener origen en una fimosis de larga duración.

¿Cómo se trata la fimosis?

En primer lugar, y ateniéndonos a lo comentado, hay que decidir cuándo se debe realizar la circuncisión y en qué casos está indicada, así como cuándo se debe intentar el tratamiento médico.

Muchos varones pueden ser tratados con una pomada que contenga un corticoide débil (hidrocortisona al 1%, por ejemplo). La crema debe aplicarse en la punta del pene dos o tres veces al día durante unas tres semanas. Pasados unos días tras el inicio de la aplicación, el prepucio debe ser retraído hacia atrás sin aplicar fuerza, para aplicar la crema en la mayor superficie posible. Si esto finalmente no da el resultado esperado, hay que plantear la operación.

La circuncisión se realiza en neonatos con anestesia general sin mayores problemas; en niños mayores puede bastar con anestesia local, tal y como se hace en adolescentes y adultos.

La operación consiste en extirpar completamente el prepucio. En ocasiones, se puede plantear únicamente la incisión del prepucio, sin extirpar el mismo, de modo que permita que se pueda retraer el prepucio sin problemas, lo cual conduce a un resultado estético discutible. Lo habitual, sobre todo en adultos, es que se realice la circuncisión reglada.

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