Epilepsia

¿Qué es la epilepsia?

La epilepsia es una enfermedad que se manifiesta en forma de ataques, también conocidos como crisis convulsivas. Es una de las alteraciones neurológicas más comunes, y afecta de un 0,5% a un 1% de la población. La epilepsia puede manifestarse a cualquier edad, aunque es más frecuente en la infancia y en la vejez. Es una enfermedad que se presenta bajo diferentes síntomas con causas, tratamientos y pronósticos diferentes.

Es una de las alteraciones neurológicas más comunes

No todas las crisis convulsivas son necesariamente epilépticas. A veces, el alcohol o bien algunos medicamentos prescritos para otras enfermedades pueden en algunas circunstancias causar convulsiones.

De interés

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Actualmente, la mayoría de los médicos no interpreta la crisis convulsiva aislada como epilepsia. El pronóstico de epilepsia supone una condición clínica consistente en la recurrencia de las crisis convulsivas en un paciente.

El cerebro está compuesto de un gran número de células nerviosas llamadas neuronas, que se comunican entre sí por medio de señales eléctricas. Para un funcionamiento normal del cerebro debe existir una regulación cuidadosa de los flujos eléctricos que integran la actividad de estas neuronas.

Una descarga eléctrica anormal en el cerebro altera el funcionamiento regular de las neuronas y puede producir, entre otros efectos, un ataque epiléptico. El tipo de crisis convulsiva depende del origen y extensión en el cerebro de la descarga eléctrica en cuestión. Durante un ataque, estas descargas pueden producir:

Consultas al médico

Vea en nuestra sección 'Pregunte al médico' algunas consultas de nuestros usuarios respondidas por NetDoctor:

  • Contracción de los músculos.
  • Sensaciones anormales (percepción de olores o sabores desagradables, hormigueo o sensación de picazón, de ardor en un hemicuerpo).
  • Síntomas emocionales tales como miedo, percepción de haber vivido antes un acontecimiento, síntoma conocido por el nombre de déjà vu, o el síntoma contrario, conocido por el nombre de jamais vu.
  • Pérdida de la conciencia.

Los ataques epilépticos son generalmente breves, su duración es de algunos segundos a pocos minutos. Una vez superado el episodio convulsivo, la actividad eléctrica cerebral se normaliza.

El diagnóstico

Es clínico, no es sencillo, y debe emitirlo un neurólogo, basándose generalmente en las descripción de los ataques más determinadas pruebas complementarias.

    ¿Cuál es la causa de la epilepsia?

    La epilepsia es causada por una amplia variedad de condiciones que producen una alteración en el cerebro. En la mitad de los pacientes que sufren esta enfermedad no hay lesión estructural en el cerebro. En la mayoría de estos pacientes, la causa de su enfermedad es probablemente de origen genético (ver el grupo de epilepsias generalizadas idiopáticas). La edad de inicio de este grupo es la infancia y la adolescencia.

    Cuando los ataques epilépticos son focales, es decir, que comprometen un área específica del cerebro, es probable que exista una causa estructural, por lo que es muy importante estudiar el caso utilizando una escanografía cerebral.

    Las causas posibles de epilepsia son:

    • Trastornos en el desarrollo del cerebro (anormalidades congénitas)
    • Durante el nacimiento, falta de oxigenación
    • Infecciones (meningitis o encefalitis)
    • Tumores cerebrales
    • Trombosis cerebral (ictus)
    • Hemorragia cerebral

    ¿Cuál es el futuro de los pacientes con epilepsia?

    Afortunadamente, las crisis convulsivas pueden superarse en un 70% a 80% de los pacientes diagnosticados como epilépticos. El curso de la enfermedad depende de la causa y del tipo de crisis convulsiva.

    ¿En qué se basa el médico para diagnosticar epilepsia?

    El diagnóstico de la epilepsia es clínico. Se basa en en la interpretación de la descripción del ataque convulsivo y no en los resultados de los exámenes complementarios. Los detalles de los ataques convulsivos generalmente son dados por un familiar o por la persona que presenció la crisis y no por el paciente, que generalmente está inconsciente. El médico debe diferenciar estos episodios convulsivos de problemas cardiacos o de síncope. Muchas veces es difícil el diagnóstico correcto, y los síntomas requieren ser valorados por un especialista experto en epilepsia, como es un neurólogo.

    Una vez diagnosticada la epilepsia se realizan los siguientes exámenes:

    Electroencefalograma (EEG)

    El EEG no es un examen diagnóstico de epilepsia, ya que no puede determinar por sí solo si el paciente tiene o no epilepsia. Sin embargo, nos ayuda a determinar el tipo de ataque epiléptico, si es focal o no, guiándonos en la definición del tratamiento y del pronóstico del paciente. También se utiliza para decidir sobre la suspensión de los medicamentos antiepilécticos.

    Escáner cerebral o resonancia magnética del cráneo

    Es muy importante en el estudio del paciente con ataques epilépticos focales y de aparición tardía (la que se presenta despues de los 20 años) y sirve para descartar alteraciones estructurales como causa de la epilepsia.

    Vale la pena señalar que aun existiendo ataques epilépticos, tanto el EEG como el escáner cerebral y la resonancia magnética pueden dar resultados normales.

    Si no hay certeza en el diagnóstico, puede ser útil realizar:

    • EEG activado con deprivación del sueño, es decir el paciente permanece sin dormir durante 24 a 48 horas.
    • EEG prolongado que se realiza durante varios días, utilizando simultáneamente un vídeo simultaneo que graba los ataques.
    • EEG ambulatorio realizado durante 24 a 72 horas durante la actividad normal del paciente.

    Estas pruebas permitirán confirmar el tipo de ataque epiléptico, evaluar los eventos nocturnos y poder diferenciarlos de los trastornos de sueño, descartar los episodios que parcen un ataque epiléptico pero que son episodios simulados (llamados pseudocrisis o síncope).

    Tratamiento

    La epilepsia se trata usualmente con medicaciones prescritas por un especialista. En algunos casos puede ser tratada con cirugía.

    Recientemente, en especial en los niños con epilepsia refractaria (es decir, de difícil tratamiento) se utiliza la estimulación del nervio vago. Se implanta en la parte superior izquierda del tórax, debajo de la piel y conectado con unos electrodos al nervio vago izquierdo.

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    Epilepsia y embarazo

    La mayoría de las mujeres con epilepsia tienen un embarazo sin dificultades. Es muy importante en la mujer una valoración del especialista anterior al embarazo, especialmente cuando se está tomando medicación para la epilepsia.

    ¿Qué se debe hacer si una persona tiene una convulsión?

    • Mantener la calma
    • Tratar de quitar los objetos con los que el paciente se pueda hacer daño.
    • Colocar al paciente en posición horizontal.
    • Nunca poner objetos en la boca del paciente durante el ataque.
    • Permanecer con el paciente hasta que recupere la conciencia e intentar calmarlo.

    ¿Cuándo se necesita tratamiento de emergencia?

    En las siguientes circunstancias:

    • Si el ataque dura más de 10 minutos
    • Si se producen ataques repetidos sin recuperación de la conciencia entre los mismos
    • Si unos pocos minutos después del ataque epiléptico el paciente permanece inconsciente, o no se comunica adecuadamente.
    • Si posteriormente a un ataque el paciente no respira normalmente
    • Cuando se produce algún traumatismo antes, durante o después del atque
    • Cuando el ataque epiléptico se produce en el agua
    • Si el paciente tiene antecedentes de otras enfermedades como la diabetes
    • Si la paciente está embarazada
    • Cuando el paciente no tiene antecedentes de epilepsia

    Restricciones en la vida diaria

    Lo más importante para una persona con ataques epilépticos es, en lo posible, vivir una vida normal, alejada del temor e incertidumbre que le pueden producir las convulsiones. Sin embargo existen algunas restricciones que deben observarse:

    • Conducción: en España, una persona que sufre esta enfermedad debe probar no haber tenido crisis convulsivas durante 12 meses para la obtención de un permiso de conducción (permisos A, A1, B, B+E y licencia de conducción de ciclomotores) debiendo aportar el informe favorable de un neurólogo, concediéndosele, en este caso, un carné con una validez de 2 años.
    • Si el paciente tiene aún convulsiones debe evitar actividades tales como escalar montañas o practicar paracaidismo.
    • Es mejor que siempre esté acompañado, en el caso de la natación, por alguien que le pueda ayudar si es necesario.
    • Las luces intermitentes, como las de los clubes nocturnos o discotecas, pueden desencadenar crisis convulsivas en algunas personas, por lo que se debe tener precaución y en lo posible evitarlas.
    • La falta de sueño, y la ingesta de alcohol pueden desencadenar ataques epilépticos. Esto implica un cambio en el estilo de vida, especialmente en los adolescentes.

    Es importante recordar que una regla de comportamiento única resulta inadecuada en muchos casos pues cada tipo de epilepsia es particular. Por ejemplo, es diferente si los ataques epilépticos son impredecibles o si siempre se producen a la misma hora. Cada caso debe consultarse con el especialista.

    Es prudente que los niños estén siempre supervisados cuando realizan actividades que impliquen riesgo, particularmente si las convulsiones interfieren en la conciencia.

    El médico es la persona idónea para aclarar todas las dudas relacionadas con la enfermedad, tratamiento y su pronóstico, y debe informar a los pacientes y familiares sobre los aspectos de seguridad relacionados con la epilepsia, especialmente por la alteración del estado de conciencia.

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