¿Qué es la conjuntivitis?
La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, que es la membrana mucosa que cubre el ojo y el interior de los párpados. Habitualmente, afecta a los dos ojos al mismo tiempo, aunque puede empezar en un ojo y extenderse al otro en uno o dos días. Las conjuntivitis infecciosas, causadas por un agente infeccioso (bacterias, virus o chlamidias), se manifiestan generalmente de forma aguda. Pueden ser asimétricas, afectando más a un ojo que a otro. Existen numerosas causas para la conjuntivitis, y el tratamiento depende fundamentalmente de la causa. Es un afección muy corriente del ojo, que generalmente no es grave, aunque puede ser muy molesta.

Es un afección muy corriente del ojo, que generalmente no es grave, aunque puede ser muy molesta.
¿Cuál es la causa de las conjuntivitis infecciosas?
Conjuntivitis bacteriana
La conjuntivitis bacteriana es una infección causada por bacterias (estafilococos, estreptococos o hemófilus). Estos microorganismos pueden venir de la propia piel del enfermo, de sus vías aéreas superiores, o bien ser transmitidos por otra persona que tenga conjuntivitis. Algunos gérmenes, raros, pueden ser muy graves, como la pseudomona aeruginosa en los portadores de lentillas, o el bacilo diftérico en niños de 1 a 4 años, en un contexto de alteración del estado general.
De interés
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Conjuntivitis viral
La conjuntivitis viral se asocia a menudo a los catarros, y la causa más frecuente es un virus llamado adenovirus. Muy contagiosa, este tipo de conjuntivitis puede extenderse rápidamente de una persona a otra, e incluso ser responsable de verdaderas epidemias de conjuntivitis. Existen otros virus que también pueden causar conjuntivitis, el más grave de los cuales es el virus varicela-zóster, que causa el llamado herpes oftálmico.
Conjuntivitis por chlamidias
Estas conjuntivitis son debidas a un organismo llamado Chlamydia trachomatis. Es un organismo que puede causar distintas enfermedades del ojo: el tracoma, las conjuntivitis de inclusión del recién nacido, las conjuntivitis de piscina de niños y adultos jóvenes, y las conjuntivitis asociadas a una enfermedad de transmisión sexual, llamada clamidiasis.
¿Cuáles son los síntomas de la conjuntivitis infecciosa?
Conjuntivitis bacteriana
Afecta habitualmente a los dos ojos. Los síntomas y signos suelen ser menores, si no hay complicaciones, y éstos son:
- Molestias en los párpados
- Enrojecimiento del ojo
- Picor o sensación de cuerpo extraño (arena)
- Secreciones en principio acuosas y después mucosas o muco-purulentas, que pueden llegar a pegar los párpados al despertar por las mañanas (legañas).
- No existe dolor importante, y la visión se conserva cuando se eliminan las secreciones.
- Si existen realmente dolor o disminución de la visión, hay que sospechar que hay una complicación u otro diagnóstico distinto.
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Conjuntivitis viral
- Los ojos aparecen rojos, a veces con hemorragia bajo la conjuntiva.
- Los síntomas y signos suelen ser similares a los de la bacteriana, generalmente con secreciones acuosas en un contexto de catarro de vías altas.
- Puede haber adenopatías (ganglios linfáticos aumentados de tamaño) junto a las orejas o a nivel del cuello.
- Este tipo de conjuntivitis puede también extenderse y afectar a la córnea (queratitis), lo que entraña disminución de la visión y signos más intensos, provocando una evolución más lenta.
Conjuntivitis por chlamidias
- Los ojos aparecen rojos, con secreciones que pueden llegar a pegar los párpados.
- La córnea también puede llegar a resultar afectada.
Conjuntivitis infecciosas en los niños
Los niños pueden desarrollar formas graves de conjuntivitis infecciosa, debido a sus débiles defensas inmunitarias. La conjuntivitis del recién nacido ocurre al contraer, durante el paso por el canal del parto, una infección debida a organismos tales como gonococos o clamidias. Para evitar este género de infección, suele ser habitual en muchos países administrar sistemáticamente antibióticos en colirio, o pomada oftálmica, a todos los recién nacidos.
Algunos bebés nacen con un desarrollo incompleto de sus vías lacrimales (obstrucción del conducto lacrimonasal). En estos niños es frecuente observar ojos irritados, aunque habitualmente la situación se normaliza por sí sola en pocos meses.
Las conjuntivitis infecciosas en los niños producen ojos rojos y párpados hinchados, y a veces, hemorragias bajo la conjuntiva. La córnea puede resultar afectada, y, en algunos casos, causar problemas permanentes en el ojo. Debe efectuarse una valoración precoz con toma de exudado conjuntival para cultivo, de forma que pueda administrarse lo antes posible el tratamiento adecuado.
¿Cómo se trata la conjuntivitis?
Conjuntivitis bacteriana
- Se trata habitualmente con antisépticos, o antibióticos de amplio espectro en colirio o en pomada oftálmica.
- Además, deben eliminarse las costras y secreciones mediante el lavado ocular con algodón empapado en agua hervida (fría) o en soluciones de lavado ocular.
- Las investigaciones indican que el 64% de las conjuntivitis bacterianas se resuelven espontáneamente, sin tratamiento, en 5 días; pero el tratamiento antibiótico aumenta el porcentaje de curaciones y acorta la duración del proceso.
Conjuntivitis viral
- No existe ningún tratamiento eficaz contra la conjuntivitis por adenovirus.
- Suelen utilizarse pomadas lubrificantes para aliviar las molestias, y pueden emplearse antibióticos de amplio espectro en colirio o pomada oftálmica, para prevenir una sobreinfección bacteriana secundaria.
- Son muy contagiosas, por lo que se impone observar reglas de higiene muy estrictas, en cuanto a lavado de manos y cara.
- Cuando la causa es un herpes-virus (incluyendo el varicela-zóster) sí es necesario un tratamiento antiviral específico.
- En cualquier caso, en las conjuntivitis no deben utilizarse colirios de corticoides, salvo que se haga bajo la vigilancia de un especialista adecuado.
Conjuntivitis por chlamidias
- El tratamiento consiste en tetraciclinas en pomada y en comprimidos, para evitar que la infección se propague.
- En los niños no se pueden usar tetraciclinas, por lo que se usa habitualmente eritromicina.
- En razón de los riesgos de infección de otras membranas mucosas, hay que estar atento a otros síntomas no oculares, y comunicar a su médico cualquier incidencia.
¿Cómo se diagnostica la conjuntivitis?
La conjuntivitis puede ser diagnosticada habitualmente por el médico de cabecera, en función de los síntomas descritos y el examen de los ojos. Quizá sea necesaria una toma de exudado conjuntival para cultivo. En los casos graves o persistentes, puede ser necesaria la valoración por un oftalmólogo.
¿A qué debo prestar una atención especial?
En los casos graves o resistentes al tratamiento, o si aparece un deterioro de la visión, conviene comunicarse de nuevo con su médico, aunque se esté siguiendo el tratamiento correctamente.
¿Qué se puede hacer para evitar la conjuntivitis?
- Algunas conjuntivitis son muy contagiosas, por lo que es importante observar reglas de higiene muy estrictas, en cuanto a lavado de manos y cara. Conviene no compartir toallas y evitar el contacto físico estrecho con enfermos de conjuntivitis.
- No frotarse los ojos, dado que puede extenderse fácilmente de un ojo a otro.
- Eliminar las costras y secreciones mediante el lavado ocular con algodón empapado en agua hervida (fría), en suero fisiológico o en soluciones de lavado ocular.
- Tirar todos los colirios abiertos, una vez terminado el tratamiento.
¿Cómo evoluciona la conjuntivitis habitualmente?
Incluso sin tratamiento, la mayor parte de las conjuntivitis mejoran espontáneamente en pocas semanas. Con el tratamiento apropiado, se aprecia generalmente una mejoría en pocos días.