
La salud infantil ha avanzado enormemente en los últimos 100 años, con espectaculares logros debido a tratamientos como los antibióticos, las vacunas y los cuidados intensivos. En España, como en la mayor parte de Europa, enfermedades como la poliomielitis y la viruela han sido erradicadas, y muchas otras, como la meningitis, son mucho más raras que hace unos años.
Pero ¿nos hemos desentendido? El resurgir de muchos males de “antes de la Guerra” parece confirmarlo. Resulta preocupante ver reaparecer brotes de trastornos que creíamos controlados. Aquí mostramos cinco de ellos de los que deberíamos ser conscientes…
1. Escarlatina
Descripción: Una infección bacteriana causada por el estreptococo del grupo A que puede infectar la piel y la garganta. La escarlatina se contagia por contacto con pacientes infectados, y se han reportado brotes en todo el país. El 80% de los caos se da en niños menores de diez años.
Síntomas: Los más habituales son fiebre, dolores de garganta y cabeza y una erupción cutánea, rojiza o rosácea, que vuelve la piel áspera al tacto. Puede provocar que la lengua aparezca enrojecida e hinchada.
Tratamiento: 10 días a base de antibióticos lo solucionan, normalmente. Pero si no se trata adecuadamente existe el riesgo de que la infección se expanda a otras partes del cuerpo.
Prevención: La única manera de prevenirla es evitar el contacto con enfermos y asegurarse de mantener una higiene extrema (lavado de manos, etc.) en caso de vivir en la misma casa que el paciente infectado.
2. Sarampión
Descripción: Se trata de una infección extremadamente contagiosa causada por el virus del sarampión, de la familia de los paramixovirus. Se contrae por contacto con las gotitas infectadas (a través de la tos o del estornudo) y afecta principalmente a niños pequeños. Se han reportado varios casos en España en los últimos años, a pesar de las campañas de vacunación.
Síntomas: Fiebre alta, tos, secreción nasal líquida, erojecimiento y dolor de ojos y aparición de manchas de color marrón-rojizo que empieza por la cabeza y se expande al resto del cuerpo. Algunos niños muestran también manchas blancas en el interior de la boca.

Tratamiento: Dado que se trata de un virus, no hay tratamiento específico para el sarampión. Los síntomas se controlan con analgésicos y antipiréticos (control de la fiebre y del dolor, manteniendo una buena hidratación, reposo, etc.). Dado su carácter altamente infeccioso, se debería mantener a los pacientes lo más aislados posible.
Prevención: El sarampión no solo es muy molesto, sino que puede provocar complicaciones serias, como neumonías. Existe una vacuna la triple vírica, contra sarampión, paperas y rubéola. Varios estudios a gran escala e independientes, en todo el mundo, han desmentido el bulo de que podía provocar autismo. Tampoco hay evidencia de que las vacunas individuales sean más efectivas que la triple vírica.
3. Raquitismo
Descripción: Se trata de un trastorno que afecta al desarrollo de los huesos de los niños, fundamentalmente por falta de vitamina D y calcio. Los huesos se vuelven blandos, débiles y deformes. Ha vuelto a aparecer por las dietas carentes de vitamina D y calcio, y también porque los niños pasan menos tiempo al aire libre.
Síntomas: Los principales síntomas son problemas como dolores, debilidad y fragilidad de los huesos, así como deformidades, como piernas arqueadas. Causa retrasos en el crecimiento y problemas dentales serios.
Tratamiento: El principal tratamiento s
Salud infantil
Prevención: Asegúrese de que los niños siguen una dieta que garantice la correcta aportación de calcio y vitamina D (pescados grasos, huevos, cereales enriquecidos, leche). Se recomiendan suplementos vitamínicos a los niños por debajo de los cinco años. Algo de exposición al sol 2 ó 3 veces por semana, sin crema protectora, puede asegurar una correcta síntesis de la vitamina D, pero hay que tener mucho cuidado para evitar la exposición excesiva.
4.Tuberculosis
Descripción: Es una infección bacteriana causada por la Mycobacterium tuberculosis. Aunque es más común en otras partes del mundo (África o Asia), se ha vuelto a describir en España. Se contagia por contacto prolongado con pacientes infectados.
Síntomas: La tuberculosis tarda en mostrarse, y depende de dónde se localice. Habitualmente aparece en los pulmones y causa tos persistente y duradera, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de apetito y cansancio.
Tratamiento: Habitualmente, erradicar la infección requiere un largo tratamiento a base de antibióticos, de hasta meses de duración. Si no se trata, puede agravarse hasta resultar fatal.
Prevención: La baja prevalencia de la enfermedad hace que en España no se incluya la vacuna BCG en los calendarios oficiales, pero está disponible para niños y jóvenes que estén en contacto con enfermos o que vayan a vivir a zonas donde la enfermedad sea más frecuente. La vacuna puede prevenir la infección hasta en el 80% de los casos.
5. Escorbuto
Descripción: ¡Sí, escorbuto! Ha habido un caso a principios de año en Valencia, de un niño que sólo tomaba leche de almendra… Se trata de una enfermedad debida a una carencia grave de vitamina C. Puede presentarse a cualquier edad, pero en varios países de Europa se están viendo casos en niños y jóvenes que siguen dietas caprichosas, con problemas de conducta y en situación de pobreza extrema.

Síntomas: Puede afectar a muchas partes del cuerpo, pero se suele manifestar por encías inflamadas y sangrantes, mala cicatrización, cansancio, dolores musculares y de articulaciones y pequeñas manchas rojizo-azuladas en la piel.
Tratamiento: Se trata incrementando la ingesta de vitamina C, con suplementos y siguiendo una dieta equilibrada. Puede requerir tratamiento a cargo de un endocrinólogo en función de la razón subyacente.
Prevención: Hay que asegurarse de que el niño toma diariamente frutas y verduras de color (naranjas, kiwis, fresas…). También puede ayudar un simple suplemento multivitamínico.
Dr. Salvador Pertusa Martínez, Médico de Familia. Centro de Salud Cabo Huertas (Alicante). Director Médico de NetDoctor.