
Contienen eficaces nutrientes puros para el cabello y la piel.
1. La arcilla: equilibra la piel y el pelo grasos
La leyenda dice que la arcilla era la vaselina en el antiguo Egipto, y se piensa que se usaba para la limpieza y curación de las heridas. Lo que quizá no supieran es que la arcilla funciona mejor como agente regulador de la producción de la grasa cutánea. Las pieles grasas mejoran con la aplicación semanal de una mascarilla de arcilla en las zonas brillantes.
Con todo, hay que tener en cuenta que no todas las arcillas funcionan igual. “La arcilla verde francesa o la arcilla rhassoul funcionan mejor en pieles propensas al acné; arcillas más suaves, como la arcilla rosa o las más ricas en caolín son ideales para pieles más suaves”, asegura la dermatóloga Dra. Ava Shamban, de la Universidad de California Los Ángeles. En cualquier caso, debe enjuagarse la cara cuando la arcilla esté aún húmeda. De lo contrario, se puede producir deshidratación.
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2. El carbón: cierra los poros y reduce el acné

El carbón se ha hecho sitio entre los cosméticos y, superada la renuencia a aplicarse un ungüento negro en la cara, la fórmula tiene beneficios reales.
Si se observa carbón en polvo al microscopio, se aprecia que cada partícula tiene muchos pequeños agujeritos. Cuando éstas entran en contacto con la piel, atraen y absorben la suciedad, el exceso de grasa y las partículas contaminantes, que desaparecen de la piel al enjuagarse, según la Dra. Woolery-Lloyd, de la Universidad de Miami.
Aunque los médicos afirman que aún no hay estudios determinantes sobre el mecanismo de actuación del carbón en la piel, los entusiastas aseguran que disminuye el tamaño de los poros y relaja la tensión de una piel tirante. El carbón no es irritante y es seguro en la mayoría de tipos de piel; debe evitarse en pieles secas, puesto que tiende a desecar las zonas de aplicación. Aun con pieles grasas, los limpiadores a base de carbón activado no deben usarse más de dos o tres veces por semana.
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3. Las algas marinas: reducen la inflamación

Estando en la playa, la presencia de algas puede ser un fastidio. Pero elaboradas como un producto de belleza son magníficas para la piel.
Las algas son notablemente ricas en vitaminas, minerales y aminoácidos, y resultan extraordinariamente nutritivas para todo tipo de piel. Fortalecen la capa externa de la piel, de modo que evitan la acción de los agentes irritantes y la inflamación, y proporciona antioxidantes protectores. Además, los altos niveles de niacinamida que contienen contribuyen a suavizarla.
Si la piel está apagada y seca, enrojecida o irritada, la aplicación suave de un suero con algas dos veces al día ayudará a paliar el problema. También funciona contra los eczemas, aliviando los síntomas, particularmente la comezón y el picor. El uso regular de infusiones a base de algas reducirá la frecuencia de los brotes, añade Shamban, que recomienda un par de aplicaciones semanales.
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4. El bicarbonato de sodio: un exfoliante suave

Aplicarlo puro sobre la piel puede cambiar el pH y, con el tiempo, volver la piel más vulnerable a la irritación, la sequedad y el acné. Pero un producto especialmente elaborado a base de bicarbonato, de pH equilibrado, evitará este problema.
También es menos abrasivo que algunos productos a base de cáscara de nuez, por ejemplo, que pueden provocar micro-arañazos, explica Woolery-Lloyd. Una piel propensa a raspaduras se beneficiará del bicarbonato, que eliminará la piel muerta que puede obturar los poros. El ideal es un producto que también contenga ácido salicílico, que también actúa como limpiador de los poros y reduce el enrojecimiento de espinillas y la inflamación.
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