Pregunta
Hola, soy una mujer de 33 años, con desarreglos en la regla desde hace unos meses. Nunca he ido al ginecólogo, ni he mantenido relaciones sexuales. ¿Hacerme una citología supone perforar el himen? ¿Cómo es una citología? Gracias.
Respuesta
NetDoctor le agradece mucho su consulta porque nos permitirá comentarle algo acerca de la utilidad de la citología en el diagnóstico precoz ginecológico.
Según nos refiere, no ha tenido relaciones sexuales, pero ha comenzado a tener desarreglos menstruales. Ante esa situación es lógico que haya sido sometida a una exploración ginecológica básica y que se incluya como prueba esencial de la misma una citología vaginal.
La citología es una prueba que consiste en obtener una muestra mediante el raspado suave de la mucosa del cuello uterino, con objeto de observar al microscopio las células de dicha muestra.
Cuando en el cuello uterino hay una enfermedad cancerosa, las células que se obtienen en la citología son por lo general anormales, e indican al médico que es necesario investigar más a fondo, porque la paciente puede estar desarrollando un tumor de cérvix (cuello uterino).
Es por ello una valiosísima prueba de screening, es decir, una prueba que se realiza con objeto de detectar precozmente que pueda estar comenzando a formarse un cáncer de cérvix. Por ello, esta prueba ha conseguido ya salvar millones de vidas de mujeres en todo el mundo, porque permite a los médicos actuar muy a tiempo, curando la enfermedad e impidiendo que ésta se desarrolle. De hecho, se considera que si todas las mujeres del mundo en edad fértil acudieran a revisión ginecológica anual y se realizaran citologías vaginales al menos cada dos años, la muerte por cáncer de cérvix prácticamente sería cero.
La citología también puede ser ocasionalmente útil para detectar otros tipos de tumores como el de vagina o endometrio (mucosa que reviste el interior del útero), pero esto no es habitual.
El principal factor de riesgo para tener cáncer de cérvix es haber mantenido relaciones sexuales sin preservativo, sobre todo con varones de dilatada experiencia sexual, porque este tipo de cáncer está muy directamente relacionado en su origen con la infección por contagio de un tipo de virus (papilomavirus) que el hombre promiscuo porta y la mujer contrae únicamente por medio del coito.
Tan sólo es necesario haber tenido una única relación sexual con penetración con un sólo hombre portador para ya padecer este riesgo.
En su caso, siendo virgen, se justifica el que le hayan dicho que no se encuentra en un grupo de riesgo, y lo cierto es que usted además es afortunadamente muy joven como para estar temiendo padecer este tipo de enfermedad.
De cualquier modo, debo decirle que, aunque sea muy improbable, no es imprescindible que exista el factor de riesgo sexual que le he comentado para tener cáncer de cérvix, y que por ello no está de más que todas las mujeres desde los 21 años a los 65 se sometan a una citología vaginal al menos una vez cada tres años, independientemente de que hayan tenido o no alguna relación sexual desprotegida en su vida.
Respecto a lo que comenta de lo doloroso de su experiencia, debo aclararle que esta prueba, bien realizada por manos expertas, no es dolorosa en absoluto. Pero si la mujer está nerviosa, contrae involuntariamente los músculos vaginales y dificulta la entrada del espéculo, sí puede ser dolorosa, porque es imprescindible que la paciente coopere y esté relajada para que todo se haga con suavidad y sin forzar el procedimiento de toma de la muestra.
Por último debo decirle que el himen (la membrana que cierra parcialmente la entrada del orificio vaginal) no tiene por qué sufrir ningún daño en el curso de la prueba, si introduce el espéculo con cuidado.
Si dice que tiene todavía algo de escozor puede ser porque haya tenido algún tipo de pequeña contusión vaginal por la manipulación del espéculo o por alguna pequeña erosión de la mucosa. Eso no debe preocuparle y probablemente le irá desapareciendo.
Lo que sí le recomiendo es que se tranquilice, pida de nuevo cita con un ginecólogo de su confianza, o un enfermero o enfermera que realice bien las citologías, y se repita la prueba sin ningún miedo, relajándose adecuadamente y facilitando la toma de la muestra sin temer que le hagan ningún daño. Eso es lo normal, créame.
Es bueno adquirir la conciencia de que la práctica periódica de la citología vaginal en la mujer es un modo muy eficaz, seguro e inteligente de prevenir una enfermedad grave que de este modo puede curarse sin ningún problema desde el primer momento.
Cordialmente,
Dr. Alfonso J. Santiago Marí.