Parto: opciones de la mujer

El primer punto que se suele plantear es sobre el lugar donde van a dar a luz.

Este tema se puede enfocar desde un punto de vista teórico o desde el aspecto práctico y realista. Intentaremos explicar diferentes posibilidades que, si no en nuestro país, si se podrían observar en otros entornos próximos.

La mujer embarazada, a lo largo de las cuarenta semanas que dura la gestación, ha imaginado cómo será el momento del parto, pensando en cómo le gustaría que fuese y en la actitud que va a adoptar en dicha situación. La pareja ha de comunicarse para vivir estos momentos tan importantes de la forma más agradable y satisfactoria posible. Deben tener presente, sin embargo, que un parto es siempre impredecible, y que pueden existir complicaciones inesperadas que modifiquen los planes.

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    ¿Dónde dar a luz?

    El primer punto que se suele plantear es sobre el lugar donde "van a dar a luz". Este apartado en nuestro medio tiene dos posibilidades claras: en la maternidad de un hospital o en una clínica privada. Las otras posibilidades más difíciles dada la infraestructura al respecto, serían un parto natural en casa, asistida por una matrona o médico, o en la consulta de éstos.

    El lugar más frecuente para dar a luz es, con mucha diferencia, la planta de maternidad del hospital más cercano, actualmente con un nivel de recursos muy elevado y con personal muy especializado. Sin embargo, los grandes hospitales pueden mostrar un trato impersonal y algo deshumanizado, y por eso hay mujeres que prefieren clínicas con menor volumen asistencial, y un ambiente menos médico, pero con todos los dispositivos a su alcance ante una situación de riesgo.

    El parto en casa en nuestro medio es prácticamente excepcional. Como hemos comentado anteriormente, el parto es un acontecimiento que se sabe cuándo y cómo empieza, pero nunca cómo va a evolucionar; por ello, el parto en casa, sin los medios ni el personal adecuado para situaciones de emergencias, puede convertirse en una tragedia.

    ¿Qué posiciones tengo para colocarme en el momento del parto?

    Debemos aclarar que el parto engloba también el periodo de la dilatación previo a la expulsión fetal. Las posibles posturas a lo largo de todo el proceso del parto han sido objeto de amplios estudios por parte de los tocólogos, para colocar a la embarazada de la forma más favorable para ella y para su bebé.

    Sin embargo, en nuestro país la mayoría de los partos se suceden de la misma forma. En el periodo de dilatación, si la situación lo permite, la mujer puede deambular por la habitación, estar sentada o tumbada; ocasionalmente se le pide que empuje en cuclillas; pero llegado el momento máximo de dilatación, cuando pasa al paritorio, las opciones reales de modificar la postura habitual son ciertamente pocas.

    ¿Por qué la postura habitual?

    La postura que se utiliza consiste en tumbar a la paciente y colocar las piernas separadas y hacia arriba; esta postura asegura un seguimiento correcto de la progresión del periodo expulsivo, aunque se elimine el efecto positivo de la gravedad y el aumento del diámetro del canal del parto adoptando posiciones tales como arrodillada o en cuclillas.

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      En los últimos tiempos los medios de comunicación han conseguido difundir el parto en el agua, método utilizado en países anglosajones y que se ha introducido escasamente dentro de nuestras fronteras. Este procedimiento se basa en que el agua templada hace que las contracciones sean menos dolorosas, y con ello la parturienta tendrá la oportunidad de relajarse y hacer más efectivas esas contracciones. La paciente puede encontrarse flotando o bien sentada en la bañera diseñada para este tipo de partos. Sin embargo, este método acuático sólo se lleva a cabo cuando no existen complicaciones ni el feto necesita monitorización continua. Cuando se utilizan ciertos métodos analgésicos está contraindicada esta técnica.

      Respecto al deseo por parte de la mujer y su pareja de cambiar la postura y el método empleado tradicionalmente en un hospital o clínica, tienen que considerar previamente que el equipo sanitario del centro va a trabajar, quizás, de manera más lenta por la falta de costumbre en dicha situación.

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      ¿Qué métodos analgésicos existen en el parto?

      Cuando pensamos en el dolor del parto inmediatamente acude a nuestra mente la anestesia epidural.

      Sin embargo, es necesario saber que existen otros métodos que ayudan a calmar los dolores provocados por las contracciones del parto:

      • Los derivados mórficos son empleados como calmantes de eficacia demostrada para aliviar los dolores que además ayudan a la relajación de la paciente en esos momentos.
      • Un método habitual hace unas décadas, y empleado ocasionalmente en la actualidad, eran las mascarillas con mezcla anestésica que permitían a la paciente permanecer consciente sin dolor, aunque aumentaba el riesgo de hemorragia uterina por una excesiva relajación muscular del útero.

      Sin embargo, la analgesia obstétrica por excelencia en estos momentos es la anestesia epidural, que permite el bloqueo efectivo del dolor del parto, manteniendo a la paciente despierta y sin interferir con las contracciones uterinas.

      Recomendamos a la gestante que se informe previamente, en el lugar donde ha decidido dar a luz, si existe la posibilidad de anestesia epidural, y de si es independiente de la hora del día en que se ponga de parto. Esta aclaración es importante porque (a pesar de lo que informan los medios de comunicación en relación con el uso generalizado de la anestesia epidural como analgesia obstétrica),lo cierto es que, en este momento, no está al alcance de todos los usuarios de la sanidad pública en nuestro país.

      ¿Puede la pareja estar presente en el momento del parto?

      Ya hemos explicado anteriormente que el parto tiene una fase de dilatación, previo al periodo expulsivo; es una costumbre generalizada el que la pareja acompañe en esta fase a la mujer, siendo de gran apoyo y ayuda en esta situación en la que mujer comienza con contracciones cada vez más dolorosas. En los últimos tiempos, se permite a la pareja estar presente en el momento de la expulsión fetal, siempre y cuando no exista ninguna complicación en este periodo. En algunas ocasiones el padre colabora en el parto cortando el cordón umbilical, considerándose un símbolo de la separación de la madre y el niño que contribuye a que se refuercen los lazos familiares.

      ¿Cuándo se podrá dar el pecho al niño?

      Si se informa con anterioridad al momento del parto que se desea dar el pecho al hijo, puede intentarlo inmediatamente después del parto, siempre y cuando el bebé no necesite de cuidados especiales y se mantenga despierto. Además, esto estimula el pezón y contribuye a una menor pérdida sanguínea tras el parto.

      No se preocupe si no lo consigue, pues tenga en cuenta que es un esfuerzo importantísimo para su bebé, pero sólo el hecho de mantenerlo sobre su pecho aumenta el vínculo materno-filial y proporciona una sensación de seguridad al niño.

      ¿Y después del parto?

      Si todo ha salido bien, disfrute del momento con su pareja; consulte todas sus dudas respecto a los cuidados del bebé o respecto a su salud. Lo importante ahora es que se recupere de estos nueve meses y del esfuerzo del parto.

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