Acné Vulgar

¿Qué es el acné vulgar?

El acné es una enfermedad cutánea crónica del folículo pilosebáceo (formado por el folículo piloso -la zona de la piel donde se forma el pelo- y las glándulas sebáceas -las glándulas que rodean al folículo piloso y producen secreción grasa-), de causas múltiples y carácter autolimitado (que tarde o temprano se resolverá por sí solo). Afecta principalmente a las zonas de la piel con mayor densidad de glándulas sebáceas, como la cara, el pecho y la parte superior de la espalda.

El acné vulgar afecta fundamentalmente a las áreas cutáneas con mayor densidad de folículos pilosebáceos, es decir, la cara (99%), espalda (60%) y pecho (15%).

La incidencia del acné es muy variable y puede afectar, en mayor o menor grado, hasta al 80% de la población. Aparece fundamentalmente en la pubertad y la adolescencia, para involucionar espontáneamente alrededor de los 20 años de edad, aunque algunas personas pueden presentar acné hasta los 40 años.

¿Qué causa el acné vulgar?

En líneas generales, las alteraciones básicas que originan las lesiones de acné son:

  • Obstrucción del canal pilosebáceo (canal por el que desembocan a la superficie de la piel el folículo piloso junto a las glándulas sebáceas)
  • Alteración de la producción de sebo
  • Modificación de las bacterias del folículo pilosebáceo
  • Inflamación

Todas estas alteraciones básicas van a estar reguladas directa o indirectamente por los niveles de las hormonas sexuales masculinas (andrógenos) y por la mayor o menor respuesta de las glándulas sebáceas de cada persona a la estimulación de dichas hormonas.

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Los andrógenos se incrementan durante la pubertad (se producen en los testículos, las glándulas suprarrenales y en menor medida en los ovarios) tanto en los chicos como en las chicas, lo que estimula a las glándulas sebáceas para la producción de más sebo. Junto a la mayor producción de sebo también se produce un estrechamiento del canal pilosebáceo, lo que impide que aquél salga al exterior.

Existe una bacteria muy común en la piel llamada "Propionibacterium acnes" cuyos productos de desecho irritan la glándula sebácea, haciendo que se inflame. El aumento de sebo causa la proliferación del número de bacterias en el folículo, con el consiguiente aumento de la inflamación de las glándulas sebáceas.

¿Cuáles son los síntomas?

El acné vulgar es una enfermedad que asocia distintos tipos de lesiones. Como ya mencionamos afecta fundamentalmente a las áreas cutáneas con mayor densidad de folículos pilosebáceos, es decir, la cara (99%), espalda (60%) y pecho (15%).

Podemos observar lesiones distintas según el grado de afectación. Pueden clasificarse en no inflamatorias, inflamatorias y residuales.

Lesiones no inflamatorias

Son los comedones abiertos (espinillas o puntos negros) y los comedones cerrados (puntos blancos).

Lesiones inflamatorias

Normalmente derivan de las no inflamatorias. Pueden ser superficiales o profundas según el grado de inflamación.

  • Las superficiales son las pápulas y las pústulas. Las pápulas son sobreelevadas, rojas y ligeramente dolorosas a la palpación, y en su evolución desarrollan en el centro un punto con pus, convirtiéndose en pústulas que se desecan en pocos días, para desaparecer posteriormente.
  • Las profundas son las pústulas y los nódulos. Suelen ser lesiones muy dolorosas y de curación más lenta, generalmente varias semanas. Los nódulos pueden formar por confluencia quistes y focos de pus.

Lesiones residuales

Una vez resueltas, las lesiones inflamatorias van a dejar como secuela manchas rojas que pueden durar varios meses y cicatrices deprimidas. En el pecho y espalda pueden desarrollarse grandes cicatrices.

¿Qué puede empeorar el acné?

  • Factor hereditario: parece que existe una susceptibilidad genética a padecer acné.
  • Un gran número de sustancias se han implicado en el desarrollo de lesiones de acné: halógenos, alquitranes, aceites minerales, DDT, asbesto, etc.
  • Estrés: la mayoría de pacientes refieren un agravamiento de su acné en épocas de estrés. Es difícil determinar si hay algún tipo de mecanismo nervioso u hormonal subyacente o si es la manipulación de las lesiones, más frecuente en estos periodos, lo que agrava el acné.
  • Brote premenstrual: la mayoría de las mujeres afectadas de acné notan un empeoramiento entre los 2-7 días antes de la menstruación.
  • Alimentación: no existen evidencias que justifiquen la restricción de determinados alimentos como chocolate y comidas grasas en las dietas de las personas con acné. A pesar de ello, si se relaciona claramente un empeoramiento de las lesiones con un determinado alimento, es recomendable suprimir o reducir la ingesta del mismo.
  • Sudoración: el trabajo en lugares húmedos (cocinas) y la oclusión de las áreas afectadas puede empeorar el acné.
  • Ciertos medicamentos: tanto aplicados directamente sobre la piel como tomados por vía oral.
  • Cosméticos: especialmente los que poseen una consistencia grasa.

Consultas al médico

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¿Qué puede hacerse en casa?

  • Mantener la piel limpia, lavándola con agua tibia y jabón no irritante por lo menos dos veces al día. En todo caso, es importante evitar el lavado demasiado frecuente, que puede empeorar el acné.
  • Evitar peinados en los que el cabello esté en contacto permanente con la cara. Conviene mantener el cabello lo más limpio posible, especialmente si es de tipo graso.
  • La manipulación de las lesiones acnéicas es una causa frecuente de complicaciones y a menudo da lugar a quistes y cicatrices permanentes.
  • Los hombres con acné deben prestar atención al sistema de afeitado para evitar traumatizar las lesiones de acné y procurar usar el método más cómodo posible (maquinilla eléctrica o cuchilla). Si se usa cuchilla conviene ablandar bien la barba con jabón y agua tibia. En cualquier caso, hay que procurar afeitarse tan suavemente como sea posible y sólo cuando sea necesario.
  • Evitar la exposición excesiva de la piel al frío, al calor y a la luz solar. La exposición al sol puede mejorar el acné de modo temporal pero no lo curará. Además la exposición excesiva al sol puede producir quemaduras y enfermedades cutáneas graves como cáncer de piel.
  • Usar cremas hidratantes no grasas. Las cremas aceitosas y los maquillajes bloquean los poros y pueden producir acné.
  • Elegir una dieta adecuada y variada. Beba abundante agua y haga ejercicio regularmente. Si se siente bien, su piel también se sentirá bien.
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¿Cuándo debería consultar al médico?

  • Si las lesiones no mejoran en dos meses con las recomendaciones arriba indicadas.
  • Si el acné produce problemas psicológicos. El acné puede causar lesiones residuales y cicatrices permanentes. Este problema estético puede dar lugar a problemas psicológicos que deben ser tratados como tales.
  • Si las lesiones son grandes o dolorosas.
  • Si el acné produce cicatrices.
  • Si aparecen manchas sobre los lugares donde estaban las lesiones.

¿Cuál es el tratamiento?

El acné no se cura totalmente, pero se puede controlar. Por otra parte, la mejoría nunca es instantánea ni permanente: la piel debe seguir cuidándose para evitar recaídas. El tratamiento suele ser prolongado y requiere constancia en el cumplimiento.

El dermatólogo es quien debe indicar el tratamiento más apropiado para cada persona y cada tipo de acné. No deben adoptarse tratamientos por iniciativa propia o porque "a un amigo le ha ido bien". Un producto adecuado para una persona puede no serlo para otra.

Aparte de las recomendaciones anteriormente expuestas existen múltiples tratamientos para el acné según sus características clínicas y su intensidad. En la mayoría de los casos deberemos utilizar varios medicamentos simultáneamente y es habitual que se vayan cambiando algunos de ellos según la evolución del acné.

El tratamiento se puede dividir en varios tipos (tópico, oral, quirúrgico y de las secuelas) que pueden emplearse simultáneamente.

Tratamientos tópicos (aplicados directamente sobre la piel)

Todos los pacientes con acné requieren en mayor o menor medida medicación tópica. La mayoría de estos productos deberán aplicarse no sólo sobre las lesiones, sino en todas las zonas de la piel susceptibles de presentar lesiones de acné, ya que estos tratamientos se utilizan no sólo para resolver lesiones preexistentes, sino también para evitar la aparición de lesiones nuevas.

Los tratamientos tópicos actúan sobre los diversos factores que producen el acné: controlan la producción de sebo, disminuyen la inflamación y eliminan bacterias. No existe un producto que actúe simultáneamente sobre todos estos factores por lo que lo más conveniente es la combinación de varios en cada persona con mayor o menor intensidad según las características del acné.

Muchos de estos productos pueden producir irritación y descamación cutáneas que suelen disminuir con el tiempo de aplicación, pero que en ocasiones obligan a sustituir la medicación por irritación intensa o intolerancia. Se dispone de una gran cantidad de sustancias tales como peróxido de benzoilo, derivados de la vitamina A (tretinoína, isotretinoína, adapaleno), ácido azelaico, alfahidroxiácidos (ácido glicólico), antibióticos (eritromicina, clindamicina), nicotinamida, etc.

Tratamientos orales

Se utilizan fundamentalmente en las formas inflamatorias intensas y cuando no se produce una respuesta adecuada a los tratamientos tópicos. Existe un amplio arsenal de medicamentos útiles que se utilizan según el tipo predominante de lesiones que encontremos, según su intensidad y siempre según la causa del acné a tratar.

Los medicamentos más utilizados son los antibióticos orales (eritromicina, tetraciclinas y derivados como la doxiciclina y la minociclina), tratamiento hormonal (estrógenos, antiandrógenos, glucocorticoides), retinoides (isotretinoína), antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno) y ansiolíticos.

Para utilizar estos medicamentos es necesario estar bien informado sobre los posibles efectos secundarios y consultar con el dermatólogo.

Tratamientos quirúrgicos

Existen múltiples tratamientos de tipo físico para mejorar las lesiones activas de acné, aunque la mayoría de estos procedimientos van encaminados al tratamiento de las cicatrices y las manchas residuales. Consisten en extracción de comedones, drenaje y extirpación quirúrgica de las lesiones quísticas, inyección intralesional de corticoides y crioterapia (tratamiento con frío).

Tratamiento de las secuelas

Existen diversos procedimientos utilizados para el tratamiento de las cicatrices y las pigmentaciones residuales del acné.

También se utilizan los peelings (eliminación de las capas superficiales de la piel) químicos, el láser y otros métodos, hoy más en desuso.

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