¿Cómo se produce un esguince de tobillo?
El esguince se produce cuando se lesionan los ligamentos de la articulación al ser sometida ésta a un movimiento anormal, como por ejemplo una torcedura.

El esguince se produce cuando se lesionan los ligamentos al ser sometidos a un movimiento anormal, como una torcedura.
Cuando se produce una torcedura del pie o el tobillo, lo habitual es que el pie se desplace hacia dentro, produciéndose una lesión de los ligamentos de la parte externa del tobillo. Las torceduras hacia fuera producen una lesión de los ligamentos de la parte interna del mismo, aunque este tipo de lesión es mucho menos frecuente.
En la mayoría de las ocasiones estas lesiones se producen haciendo deporte, pero también pueden producirse en actividades cotidianas.
Si no se recibe un tratamiento fisioterápico apropiado, junto con un periodo adecuado de recuperación de la lesión, el tobillo será vulnerable y propenso a sufrir esguinces en la misma zona.
¿Qué ocurre cuando se sufre un esguince?
Un esguince de tobillo puede ser muy doloroso, pero tanto la gravedad como el inicio del dolor pueden ser muy variables. En ocasiones el dolor no aparece en un primer momento y en otras es instantáneo. El nivel de dolor no es indicativo de la extensión de la lesión. Algunas personas escuchan un chasquido en su tobillo, lo que puede sugerir el desgarro de un ligamento. La torcedura se acompaña de inflamación de la zona.
Recuerde:
Un esguince grave puede tardar en curar aún más que una fractura. Deben seguirse estrictamente las instrucciones del médico en cuanto al reposo o la relativa inactividad del pie.
Una inflamación intensa y de aparición rápida indica que se ha producido una lesión grave. La inflamación está causada por el sangrado de los tejidos lesionados. La equimosis (moradura) y el cambio de coloración de la piel se producen por acción de la gravedad sobre la sangre acumulada a consecuencia de la lesión. Por esta razón la inflamación se sitúa algo por debajo del lugar exacto de la lesión.
¿Cuáles son los signos de alarma?
No existe en realidad ningún signo de alarma, pero después de sufrir un esguince puede notar que el tobillo es inestable, que tiene problemas para controlarlo, o podría tener problemas de equilibrio al apoyarse sobre el pie afectado. En estas circunstancias, es indispensable recibir consejo médico sobre el tratamiento fisioterápico y los ejercicios adecuados.
Si el dolor no desaparece y tiene una sensación de inestabilidad, existe la posibilidad de que sufra una lesión diferente de un esguince. Estos síntomas deberán ser consultados con un médico.
De interés
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¿Qué se puede hacer en casa?
Las lesiones de este tipo deben recibir los siguientes primeros auxilios: reposo, frío, compresión y elevación.
Reposo
El pie lesionado debe estar en reposo (sin apoyar) las primeras 24-48 horas para evitar la progresión de la lesión.
Frío:
La zona lesionada debe ser enfriada colocando una bolsa de hielo, o una bolsa de guisantes congelados (o similar), que se adapte a la forma del tobillo. El hielo nunca debe estar en contacto directo con la piel ya que podría provocar quemaduras por congelación. Debe colocarse un paño entre el hielo y la piel. El frío debe aplicarse durante 20 minutos cada hora, pero no más de un total de 3 horas de frío. El hielo es eficaz durante las primeras 24 horas después de la lesión.
Compresión
la compresión debe ser firme pero no demasiado apretada. Nunca debe afectar a la circulación sanguínea. Un vendaje elástico desde los dedos hasta la mitad de la pantorrilla es ideal.
Elevación
el pie debe estar elevado, por encima del nivel del corazón. La posición más cómoda es estar acostado con la pierna elevada sobre varias almohadas. Estando sentado la pierna deberá estar elevada sobre una silla o una mesa. La elevación deberá mantenerse durante varios días.
¿Cómo realiza el médico un diagnóstico?
El médico evaluará el grado de inflamación y la extensión de la lesión, estableciendo si la zona dolorosa corresponde a la posición de los ligamentos o del hueso. Finalmente estudiará la existencia de debilidades o inestabilidades de la articulación. Si se sospecha una fractura, deberá realizarse una exploración radiográfica (Rayos X).
¿Cuál es la evolución del esguince?
Dependiendo de la gravedad de los daños, los síntomas desaparecen entre una y cuatro semanas tras el accidente.
El dolor inicial puede persistir entre una y cuatro semanas, dependiendo de la extensión de la lesión. El dolor relacionado con el apoyo puede persistir hasta 3 meses.
Con un tratamiento adecuado de la lesión es poco frecuente que perdure la sintomatología, pero en casos aislados pueden perdurar el dolor y la sensación de debilidad o inestabilidad en el tobillo. En estas situaciones será necesario realizar un estudio para determinar la causa de la persistencia de la sintomatología.
En los esguinces graves es necesario aplicar tratamiento fisioterapéutico y no se debe realizar ningún tipo de deporte hasta pasadas por lo menos 6 semanas.
Tratamiento
Consiste en reposo, frío local, compresión y elevación del pie. Este tratamiento es adecuado para lograr la recuperación en los esguinces leves. Con el tratamiento es importante recibir las suficientes sesiones de fisioterapia para que ésta sea eficaz.
El paciente debe evitar acentuar la lesión de tobillo evitando apoyar peso demasiado pronto sobre su tobillo lesionado.
El objetivo de la fisioterapia es comenzar a mover el pie en uno o dos días. Tras haber iniciado la movilización de pie y tobillo, la rehabilitación tendrá como objetivo reestablecer la estabilidad de los ligamentos. Ello se consigue caminando sobre un terreno inestable, como por ejemplo gravilla o arena, o utilizando aparatos tipo trampolín, balancín etc., ejercicios en los que el tobillo participa en el mantenimiento del equilibrio corporal, viéndose sometido a movimientos que estimulan la recuperación de los ligamentos lesionados.
Además es importante devolver la fuerza a la articulación del tobillo mediante un entrenamiento adecuado.
En fases más avanzadas del periodo de recuperación se utilizarán métodos de entrenamiento más complejos, como por ejemplo correr en zigzag o haciendo ochos, entre otros.
Los deportistas que no siguen correctamente los ejercicios de recuperación se quejan de inestabilidad del tobillo; ello se debe a que los ligamentos están distendidos y se evita con paciencia y rehabilitación. Es importante que el deportista se centre en recuperar el 100% en su actividad deportiva, en lugar de temer una nueva lesión a consecuencia de una rehabilitación inadecuada.
¿Qué medicación se puede utilizar?
El médico puede prescribir un antiinflamatorio, como por ejemplo el ibuprofeno, o el diclofenaco. En cualquier caso, consulte con su médico si padece o ha padecido problemas de estómago.