¿Es seguro practicar ejercicio durante la gestación?
Por lo general, no es necesario que la embarazada limite el ejercicio, siempre y cuando no se fatigue en exceso ni realice actividades en las que puedan lesionarse ella o el feto.
Si bien los ginecólogos permiten que una mujer acostumbrada a realizar ejercicios aeróbicos antes del embarazo los continúe a lo largo de éste, no aconsejan que se intensifique el esfuerzo, ni que mujeres con hábito sedentario comiencen ahora una actividad aeróbica más allá de una buena caminata.

Las articulaciones darán menos problemas en aquellas mujeres que practiquen algún deporte
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¿Cuáles son los beneficios del ejercicio durante el embarazo?
El realizar ejercicio durante el embarazo ayudará a la mujer a encontrarse más activa, con un cuerpo más flexible y en forma. El ejercicio facilitará a las embarazadas el no ganar más peso del recomendado, es decir unos diez o doce kilos. Además el realizar ejercicio regularmente sirve para luchar contra el estreñimiento característico del embarazo. Las articulaciones darán menos problemas en aquellas mujeres que practiquen algún deporte.
Sin embargo, quizás la idea más estimulante es el efecto del ejercicio continuo a la hora del parto. Se ha observado que las mujeres en buenas condiciones físicas, que realizan ejercicios aeróbicos o corren con regularidad, tienen partos de menor duración, sufren menor número de cesáreas, y presentan menor porcentaje de sufrimiento fetal durante el parto.
En contraposición, la permanencia en los programas de ejercicio aeróbico o de carrera conduce al nacimiento de bebés con menor peso, sobre todo a expensas de la parte grasa del recién nacido.
¿Qué tipo de ejercicio es conveniente durante el embarazo?
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- La natación es un deporte suave y eficaz al mismo tiempo; en el supuesto de que la mujer no hubiese nadado con regularidad anteriormente, debe empezar nadando despacio, sólo durante diez minutos en las tres primeras sesiones; posteriormente, puede aumentar poco a poco el tiempo hasta llegar a veinte minutos, a un ritmo normal, dos o tres veces por semana. No conviene que la temperatura del agua esté demasiado caliente, entre 18 y 25º centígrados. Tampoco es aconsejable acudir a saunas ni a baños calientes.
- En el caso de que la embarazada opte por practicar ciclismo, no existe ningún inconveniente mientras no se eleve la frecuencia cardiaca materna de forma excesiva y mientras que a lo largo del embarazo no aparezca la denominada artropatía pélvica , producida a consecuencia de la relajación y movimiento de las articulaciones de la pelvis.
- Sin lugar a dudas, caminar a buen ritmo es una excelente alternativa para todas aquellas mujeres que han llevado una vida sedentaria previamente pero que durante el embarazo quieren mantenerse en forma sin demasiado esfuerzo.
¿Qué situaciones deben evitarse?
- Los deportes de contacto, los deportes violentos o aquellos que entrañan peligrosidad elevada no deben ser practicados durante el embarazo por el riesgo potencial de producir lesiones maternas y fetales.
- Asimismo la mujer embarazada deberá evitar situaciones en que tenga que realizar movimientos bruscos de flexión, saltos, extensión excesiva de las articulaciones o impactos corporales, así como los deportes que obliguen a la mujer a permanecer tumbada en el suelo, o aquellas situaciones que requieran mantener la respiración o que aumenten en exceso su temperatura corporal.
- No es conveniente que practique deporte en un lugar húmedo o caluroso, y por supuesto, tampoco debe realizar ningún deporte si en ese momento padece cualquier enfermedad que curse con fiebre, como puede ser la gripe.
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No obstante, si usted practica un determinado deporte y tiene dudas de si es saludable o no para usted o su bebé consúltelo previamente con su tocólogo, quien le aconsejará en cualquier caso.
¿Qué precauciones deben tomar las embarazadas cuando hacen ejercicio?
Toda persona que esté realizando ejercicio necesita llevar sangre en mayor cantidad a todas las partes del organismo, y esto lo consigue aumentando la frecuencia cardiaca. La embarazada debe controlar su frecuencia cardiaca siempre que esté haciendo deporte, ya que taquicardias maternas por encima de 150 latidos por minuto pueden ser sucedidas de alteraciones en el ritmo cardiaco fetal, produciéndole una situación de estrés importante al no recibir suficiente sangre a través de la placenta. Un buen método para valorar la intensidad del ejercicio es que usted pueda hablar sin dificultad mientras lo realiza.
Para proteger las mamas durante el ejercicio es conveniente usar un sujetador adecuado.
Por otro lado, el ejercicio provoca una mayor sudoración, que la embarazada debe corregir ingiriendo suficiente líquido durante el ejercicio, evitando así la deshidratación.
Si en un momento determinado no se encuentra bien, debe interrumpir su actividad física y tumbarse en el suelo sobre su lado izquierdo hasta que comience a recuperarse.
¿Con qué frecuencia se puede practicar deporte?
En general, es recomendable practicar ejercicio al menos dos o tres veces por semana; asimismo es muy importante que la actividad física intensa y ocasional vaya seguida por periodos de largo descanso. De todas formas, una vez más, la frecuencia va a venir dada en relación con la práctica previa de ejercicio.
En resumen: el ejercicio durante un embarazo normal es beneficioso mientras se practique de manera razonable, controlando la frecuencia cardiaca materna, ingiriendo abundantes líquidos, y teniendo en cuenta que ante signos tales como hemorragia genital (de cantidad similar a una regla), dolor abdominal, sensación de vértigo, cefalea o malestar general, debe suspenderse inmediatamente y acudir al médico, quien aconsejará sobre los beneficios y los riegos de dicha actividad.